10 años de Bahía Sin Fondo

Hoy no voy a demorarme en prolegómenos innecesarios, el título de la entrada es bien claro y descriptivo. Hoy, 24 de julio de 2020, se cumplen diez años de la primera publicación en Bahía Sin Fondo. Empezó, como ya lo comenté en alguna otra ocasión, como una necesidad de probarme a mi mismo, de canalizar inquietudes que cubrían temas de diversa índole. Antes de crear el blog escribía cosas que no trascendían de mi computadora, salvando algún que otro cuento que publiqué en antologías de concursos o textos que intercambiaba con un par de conocidos. Pero me interesaba escribir sobre las cosas que iba hallando, leyendo o escuchando, y necesitaba probar si podía hacerlo en la web, de si podía comunicarlo a otros. Siguiendo la inspiración de algunos blogs de los cuales era/soy asiduo lector (Tecnología Obsoleta, Eureka, Microsiervos...), decidí embarcarme en este proyecto... y aquí me tienen, 10 años después, con un blog que ya alcanzó su madurez completa y que ha servido como disparador para muchas otras cosas. Originalmente nació con un rumbo algo difuso, pero en su nombre está la brújula que señala el sur, el irresistible Sur, la Patagonia, que ha terminado por ser el tema dominante de la mayoría de las notas (eso no quita que siempre haya un espacio para la ciencia, para esas inquietudes que trascienden lo mundano).

En este improvisado póster conmemorativo se resumen algunos datos estadísticos del blog, algunas imágenes icónicas (o fuertemente relacionadas con el blog) y dos mensajes que quiero transmitir con fuerza: Gracias a todos por leer y por comunicarse; y por otro lado, que voy a tratar de seguir mucho tiempo con este emprendimiento divulgativo. 

No quiero extenderme en fríos análisis de números de como evolucionó el blog, las notas más leídas, las menos... eso ya lo hice en otras ocasiones. Ahora solo quiero aprovechar el espacio, y tu tiempo, lector, que has llegado esta este punto, para darles las gracias a todos los que han leído las notas, han dejado comentarios, las han compartido por las redes, se han comunicado por correo u otros medios, en fin, a todos los que de una u otra forma han interaccionado con este blog. Una de las más grandes satisfacciones que me ha dado el blog ha sido toda la gente que he conocido, nuevas amistades y personas con intereses afines, que me han ayudado a descubrir nuevas historias, entender mejor cosas que no había juzgado adecuadamente y por sobre todo a aprender sobre la vida misma.

¿Cómo sigue la historia? Pues seguirá como de costumbre, aunque debo reconocer que es difícil mantener el ritmo de publicaciones. Con el tiempo me he vuelto más exigente con la información, lo cual me lleva a paralizar notas a medio escribir porque encuentro más material del que tenía la principio, lo cual me obliga a revisar todo de punta a punta. Eso, sumado el resto de mis actividades, desde lo laboral a lo familiar, hace que el tiempo dedicado de lleno al blog escasee. Pero puedo asegurarles que, si tuviese que seguir escribiendo solo con lo que tengo hasta el momento, tengo para llegar hasta el 15º aniversario. Así que el problema no es la falta de información, sino el desborde y la escasez de tiempo. En fin, lo único que les pido es que me tengan paciencia para los próximos años, y que me sigan ayudando a sostener Bahía Sin Fondo, comentando las notas, compartiendo en las redes y corrigiendo toda aquello en lo que me haya equivocado (que seguro no es poco). También los invito a sumarse al grupo de Facebook de Bahía Sin Fondo, donde también pueden dejar comentarios e intercambiar opiniones, no solo conmigo sino también con el resto del grupo

Les dejo un muy breve video alusivo a la fecha, y una vez más...

¡GRACIAS POR ESTAR! ¡GRACIAS POR LEER!

Saludos, y hasta la próxima entrada.