Monstruos de la Patagonia, una guía indispensable para entender algunos misterios de la región

Siento atracción por las leyendas y los relatos contados de boca en boca, donde los límites de la realidad se difunden y los hechos tienen cierta vaguedad y a la vez verosimilitud. Me gusta seguir el rastro de esas historias que se basan en un caso, un testigo o una nota olvidada en un viejo periódico, que ponen a prueba lo que uno cree y da por sentado. La Patagonia es una región pródiga en tales historias, que comprende desde las leyendas de los aborígenes hasta las historias fantásticas de los primeros europeos en aventurarse por las tierras australes, hasta llegar a nuestros días, con los testimonios y dudosas pruebas de la existencia de diversos monstruos en los lagos y bosques cordilleranos. Si bien he leído algunas obras sobre las leyendas y relatos fantásticos de la Patagonia, además de algunos artículos sobre los supuestos monstruos que se ocultan en el fondo de los lagos, no conocía ninguno que abarcase todos estos temas de una forma integral, conjugando historia, documentación y un enfoque científico del asunto. Por eso fue una grata sorpresa descubrir el libro de Austin Whittall, "Monstruos de la Patagonia", el cual, como reza en la portada, intenta de ser "una guía erudita sobre sus gigantes, duendes, criaturas lacustres y bestias míticas".

El libro se organiza en 17 capítulos que se agrupan en cinco partes o secciones temáticas diferentes, que tratan sobre la región, sus pueblos originarios y, por supuesto, los monstruos y bestias fantásticas que le dan nombre a la obra. Lo primero que me asombró de este trabajo es la enorme cantidad de documentación que el autor ha recopilado y que analiza a lo largo del texto, que ocupan unas catorce páginas de referencias bibliográficas. Pero el libro no se trata de una mera enumeración mecánica de bestias y testimonios, sino que todo el libro esta perfectamente encadenado y organizado con el planteo de diferentes hipótesis y sus contextos. Cada parte del libro termina con algún tipo de conclusión, con alguna propuesta para explicar el fenómeno o con un resumen de los puntos dudosos o más importantes de cada caso tratado. La escritura es muy amena y el libro se deja leer con facilidad, lo cual lo hace aún más atractivo.

Detalle del "Mapa de Chile" elaborado por el jesuita Alonso de Ovalle y publicado en Roma en 1646. El mapa está dibujado de manera que el sur está a la derecha (se alcanza a notar el Cabo de Hornos) y el este se encuentra arriba. En la porción occidental de la isla de Tierra del Fuego aparece un hombre con la leyenda "Caudati homines hic", o en castellano, "Aquí viven hombres con cola". Fuente: Europeana.


El libro, como si fuera una buena obra de ficción, tiene un final abierto. El autor prefiere dejar que el lector termine de atar los cabos y haga las preguntas que faltan, con la esperanza de que en el futuro aparezcan nuevas evidencias que arrojen algo de luz sobre este tema. La evidencia mostrada es muy variada e invita a una relectura para resaltar aquellas cosas que más puedan llamarle la atención al lector.


Una de las (tantas) cosas que no sabía era que el famoso Nahuelito, la extraña criatura que se dice que vive en las aguas del lago Nahuel Huapi, es mencionado por vez primera en 1922, en el Toronto Globe, de Canadá. Luego, hasta 1976, no vuelve a haber noticias de él.


¿Sabían ustedes que existen historias de hombres salvajes en muchas de las islas del archipiélago fueguino y las costas australes de Chile? Numerosos relatos, algunos contados por los propios aborígenes, como el Hashi de los selk'nam o el Asasyu de los yaganes, y otros contados por los ocasionales visitantes del siglo XX, sugieren esta posibilidad. ¿Qué es o era el Elëngassën? ¿una criatura humanoide, un oso o un milodón? Imposible saberlo por el momento. ¿Qué animales desconocidos viven en los lagos patagónicos? ¿Cómo se explican las numerosas apariciones y testimonios? Hay diferentes explicaciones posibles que el autor analiza en detalle, pero me temo que la de los plesiosaurios supervivientes del Cretácico podemos ir descartándola. Estas son algunas de las decenas de preguntas que quedan abiertas luego de leer el libro, lo cual deja lugar a la imaginación, o interés, del lector para buscar las respuestas.

El Cuero, una leyenda patagónica que se mezcla con las historias de plesiosaurios y otras criaturas prehistóricas. La ilustración es del Facebook de Alejandro Aguado.


Para cerrar esta reseña, nada mejor que citar unas palabras del mismo autor que, creo, resumen el contenido y espíritu del libro:

La Patagonia es, como hemos visto, el hogar de una colección de seres increíbles: monstruos enigmáticos, gigantes, ogros y duendes, extrañas criaturas acuáticas y bestias semihumanas. Una hueste de entidades legendarias que fueron reales de muchas maneras concretas para los antiguos indios y como tales rápidamente capturaron la imaginación de los exploradores europeos.
Su magia persiste aún hoy en día en nuestro mundo moderno y tecnológico. Estas criaturas siguen siendo reales y vigentes, tendiendo un puente que nos vincula a través de los milenios con las gentes originales de la Patagonia y los monstruos que poblaron su mundo.
Entiendo que en parte esto es así porque la Patagonia es una tierra dilatada y remota, a menudo sobrecogedora. Sus silenciosos y ominosos bosques, sus persistentes vientos que se abaten contra la estepa y su desconcertante soledad continúan evocando extraños monstruos en nuestras mentes.

Por mi parte llego hasta aquí. Recomiendo visitar el blog de Austin Witthall, Patagonian Monsters, para ampliar más sobre los temas tratados en el libro. Los espero en la próxima entrada, como de costumbre, en la Bahía Sin Fondo. Hasta entonces.

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