Los premios internacionales del trigo chubutense

Se cuenta que, hace mucho tiempo, cuando aún corría el siglo XIX, el trigo cosechado en el entonces territorio nacional del Chubut ganó premios internacionales en diferentes ferias mundiales. Esta historia se encuentra en diferentes sitios de Internet dedicados a la colonia galesa y en publicaciones en redes sociales. A partir de uno de estos posteos en Facebook, y algunos artículos generalistas que encontré en la web, que reproducen más o menos todos lo mismo (o sea, toman de una misma fuente), decidí enfocar mi búsqueda en dos eventos particulares donde hubo una participación de productores chubutenses: La Exposition Universelle, de 1889, y la World's Columbian Exposition, de 1893.

El molino harinero Nant Fach, en Trevelin, es uno de los pocos que sobrevivió a la debacle de mediados del siglo XX, y que aún hoy produce harina de trigo en forma local (fotografía tomada por el autor en enero de 2024).

La Exposition Universelle de Paris (1889)

La Exposición Universal de París se realizó en 1889, coincidiendo con el centenario de la toma de la Bastilla, símbolo del comienzo de la Revolución francesa. Se realizó entre el 6 de mayo y el 31 de octubre de ese año. El símbolo principal de esta exposición fue la torre Eiffel, completada ese mismo año, que servía como arco de entrada a la Feria. La Exposición cubrió un área total de 96 hectáreas, incluyendo el Campo de Marte, Trocadero, la estación de Orsay, una parte del Sena, y la explanada de los Inválidos. 

Plano general de la Exposición Universal de París de 1889. Fuente: Archive.org.


La República Argentina participó de este evento con un enorme pabellón que merece una historia aparte (desmontado al finalizar la feria, fue trasladado por barco a Buenos Aires, donde fue montado hasta la década del '30, que fue demolido y sus piezas aún están desaparecidas). En ese pabellón había centenares de productos expuestos, en su mayoría agrícolas y ganaderos, con la provincia de Buenos Aires como protagonista principal. Sin embargo, entre los productos galardonados había unos pocos que provenían del territorio nacional de Chubut.

El pabellón de la República Argentina en la Exposición Universal de Paris de 1889. Fuente: Archive.org.


En el Boletín del Departamento Nacional de Agricultura (tomo XIV, agosto de 1890) se publicó el listado oficial y definitivo de los premios obtenidos por los representantes de la República Argentina en aquel evento. Dentro del ámbito latinoamericano, Argentina fue el segundo país con más premios, solo superada por México, y con un 20% más de distinciones que el tercero (Brasil). En el boletín citado también se aclara que las recompensas establecidas por el gobierno francés para premiar a los expositores estaban organizadas en cinco tipos diferentes: gran premio, medalla de oro, medalla de plata, medalla de bronce y mención honorable. Todas estas distinciones fueron representadas por diplomas, a causa del gran costo que significaba la acuñación de las medallas necesarias para ser distribuidas entre los galardonados. Posteriormente se resolvió entregar con cada diploma una medalla de bronce, independientemente de cual fuera la categoría de la recompensa. El medallero para la República Argentina, y para Chubut, quedó de la siguiente forma:

  • 12 grandes premios para la Argentina (el pabellón de la exposición fue uno de ellos) y ninguno para Chubut.
  • 67 medallas de oro para la Argentina, de la cuales una fue para la Comisión Auxiliar del Chubut, por su trigo.
  • 178 medallas de plata para la Argentina, y ninguna para Chubut.
  • 186 medallas de bronce para la Argentina, y ninguna para Chubut.
  • 246 menciones honorables para la Argentina, de las cuales dos fueron para Chubut: una para J.B. Brunt, por su cebada para cerveza y trigo, y otra para Juan Soteros, por sus legumbres.


Sobre la distinción otorgada al señor Brunt, en el Nº 345 de la revista Argentina Austral (julio 1960), se dice que había sido distinguido con un diploma y una medalla de oro, pero que esta última se había extraviado "entre los dedos peludos y las uñas pegajosas de algún empleado incógnito de la Aduana de Buenos Aires" (sic). Se sabe que no se entregaron medallas de oro metálicas, solo de bronce, pero el relato del extravío de la medalla aporta un toque de misterio a la historia... con un dejo corrupción vernáculo.

 

Mención honorable concedida a Benjamín Brunt en la Exposición Universal de París. Este colono tenía su chacra Argoed, ubicada en Ebenezer, en la zona de Dolavon, y las muestras de su productos fueron enviadas a Francia por el comprador de cereales que tenía en la zona la firma Dreyfus y Cía. La copia del diploma es gentileza del señor Jorge Barzini.

 

Es interesante resaltar que en casi todas las fuentes que se hallan online (digo casi porque no puedo garantizar haber revisado todas) se mencionan los premios de Benjamín Brunt, pero al consultar los documentos de la época se puede ver que también se distinguió a otro productor, Juan Soteros, por sus legumbres. Aquí puede haber otra historia interesante para contar: ¿quién era? ¿de qué zona era? ¿qué fue de su vida luego del premio? 


World's Columbian Exposition (Chicago, 1893)

La Exposición Mundial Colombina, conocida también como Feria Mundial,​ fue una muestra que tuvo lugar en Chicago, Estados Unidos, para celebrar los 400 años de la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. La exposición fue pensada, arquitectónicamente, con los criterios de la arquitectura de Beaux Arts y los principios de la arquitectura neoclásica francesa. En la muestra participaron artistas y músicos, muchos de los cuales también hicieron representaciones y obras de arte inspiradas en la exposición. El recinto de la feria tenía 256 hectáreas, donde se construyeron numerosos edificios (diseñados para ser temporales) y hasta canales y lagunas. El evento tuvo lugar entre el 1 de mayo de 1893 y el 30 de octubre del mismo año, tiempo durante el cual pasaron más de 27 millones de personas por el lugar. La iluminación fue realizada por la empresa de George Westinghouse Jr., empleando tecnología de Nikola Tesla.

Edificio dedicado a los productos agrícolas en la Exposición Mundial Colombina. Fuente: Digital Research Library of Illinois History (página 6).


En esta exposición, al igual que en la de París, la República Argentina participó con una gran cantidad de productos, en su mayoría agrícolas, ganaderos o mineros. La participación de Chubut fue pequeña, en comparación la abrumadora mayoría de productos de la provincia de Buenos Aires, pero significativa si se tiene en cuenta que en el censo de 1895 se contabilizaron más de 900.000 habitantes en la provincia de Buenos Aires mientras que en Chubut a duras penas se superaban los 3.700 habitantes. Al margen de estos números, los productos y productores de Chubut fueron los siguientes:

  • Brunt, Benjamín.: trigo, cebada para café y muestras de tierra
  • Davies D.M.: trigo
  • Davies Hnos.: trigo
  • Hughes, William .H.: trigo
  • Ortíz de Zárate: avena
  • Gobierno de Chubut: muestras de tierra y sal
  • Fontana, Luis Jorge: Exploraciones en la Patagonia Austral


De acuerdo a los registros de la feria, los productos chubutenses distinguidos en el evento fueron el trigo de Benjamín Brunt, William Hughes y los hermanos Davies, y también la cebada de Benjamín Brunt. De acuerdo a la Biblioteca Digital de Illinois, la única distinción entregada como reconocimiento a aquellos que realizaron contribuciones destacadas en diversas categoría fueron medallas de bronce, pero la gran mayoría de las distinciones estuvo compuesta por diplomas.

Diploma otorgado a William H. Hughes por sus muestras de trigo. La copia del diploma es gentileza del señor  Jorge Barzini.


¿Qué pasó después?

El trigo de Chubut ganó algunos otros premios a principios del siglo XX (por ejemplo en Chicago, en 1918) y siguió siendo uno de los productos distintivos de la provincia en la primera mitad del siglo XX. Pero la producción triguera de Chubut, que se había desarrollo notablemente durante las primeras décadas de ese siglo, con molinos en el valle inferior del río Chubut y en Trevelin, sufrió un declive abrupto a partir de 1949. Ese año, por decisión del gobierno nacional y bajo la influencia de los grandes productores cerealeros de la Pampa Húmeda, se estableció un sistema de subsidios para la producción de trigo en todo el país, excepto en las regiones ubicadas al sur del río Colorado, que fueron declaradas como zonas no trigueras por decreto. Esta exclusión tuvo consecuencias inmediatas: el trigo chubutense dejó de recibir apoyo estatal, su harina resultaba más cara que la producida en el centro del país y, además, se restringió deliberadamente el acceso a insumos básicos como las bolsas de arpillera necesarias para almacenar la cosecha, controladas por un único distribuidor con poder monopólico. 

La combinación de estas medidas, más lobbies empresariales y problemas con la rotación de cultivos, asfixió la rentabilidad del cultivo y llevó al cierre progresivo de los molinos locales. Entre ellos, el Molino Andes de Trevelin, fundado por John Daniel Evans en 1918, uno de los más importantes de la región, dejó de funcionar en la década de 1950, y su su maquinaria se vendió a Molinos Concepción, de Bahía Blanca (con el tiempo, su edificio pasó a ser sede del Concejo Deliberante y museo). Paradójicamente, la única provincia argentina cuyo escudo ostenta una espiga de trigo veía desaparecer el cultivo que durante décadas había sido uno de sus símbolos productivos más significativos.

El escudo oficial de la provincia del Chubut, con la espiga de trigo en una clara posición central. Fuente: Argentina.gob.ar.


Palabras finales

Desde hace varios años que estaba intrigado por esta historia sobre los premios internacionales a los productores de trigo chubutenses. Era una de esas historias que se repite en la web, que todos afirman que es cierta, pero que nunca pude verificar a través de los documentos de aquel entonces. Gracias a los enormes esfuerzos de digitalización que se llevan a cabo en todo el mundo, hoy es posible conseguir, con un click del mouse, un vistazo directo a cosa que sucedieron hace más de un siglo. La revisión de estos documentos originales permite ver que las distinciones logradas por productores chubutenses fueron más de las que usualmente se mencionan. También es cierto que, con los años, las historias en torno a estos premios se han ido deformando (por eso traté de ubicar los documentos originales de la época), creando versiones no tan exactas de lo sucedido. Finalmente, gracias a la gentileza de Jorge Barzini, quien me proveyó de copias de algunos de los diplomas, pude terminar de cerrar el círculo de esta historia. No deja de llamarme la atención la enorme paradoja de la espiga de trigo en el escudo de Chubut, que resume simbólicamente los sueños y utopías de los pobladores de la región que se han visto frustrados a lo largo de tiempo. Con esta reflexión me despido y, como de costumbre, los espero en la siguiente entrada.


P.S.: Para quien le interese el tema, en el repositorio del SEGEMAR (Servicio Geológico Minero Argentino) se encuentra disponible una extensa colección de informes sobre la Exposición Universal de París de 1899.

https://repositorio.segemar.gov.ar/handle/308849217/410 

 

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