Recorriendo la Patagonia arriba de una caldera con ruedas

Hace un año, mes más, mes menos, conseguí el libro "Entre el Río de las Vueltas y los Hielos continentales", de Patricia Halvorsen (1997). La autora dedica el libro a las historias de los pioneros llegados a esa zona de la Patagonia a principios del siglo XX, basándose tanto en material histórico de diversas fuentes como también en las anécdotas familiares, dado que ella es descendiente de una de las dos familias más antiguas establecidas en la zona. Entre las muchas historias interesantes recopiladas, como la de Fred Otten (que merece una nota aparte), Lago del Desierto, y otras, hay una muy curiosa que se cuenta en el capítulo "Medios de transporte al oeste del Río de las Vueltas", que voy a tratar en esta nota.

Esta historia se desarrolla en el sur de Santa Cruz, en la zona del lago Viedma, y la cuenta Patricia Halvorsen en su libro.

Los medios de transporte dominantes en aquellas latitudes, a principios del siglo XX, eran el caballo y las carretas. Para transportar mercadería y provisiones entre Paso Ibañez (hoy en día la ciudad de Comandante Luis Piedrabuena) y el Río de las Vueltas las carretas demoraban unos 34 días. Esto implicaba una ausencia obligada de los conductores y peones de más de dos meses, sin contar con el tiempo de carga y descarga, compra de suministros, etc. Esto tuvo un muy breve, y casi completamente olvidado, paréntesis entre 1918 y 1921, cuando apareció en la escena un curioso ingenio mecánico. Pero mejor voy a dejar que sea la misma Patricia Halvorsen quien lo cuente:

Las ventajas de los transportes tradicionales se vieron opacadas, aunque por corto tiempo, cuando alrededor de 1918 un peculiar medio destinado para carga circulaba por la ruta costera del Viedma y cumplía con el recorrido fijado entre Paso Ibañez y el Fitz Roy. Se trataba de una máquina que vadeaba con menor dificultad los torrentosos ríos, esta original mole de hierro cuyas ruedas traseras, con seguridad iguales sino superiores a la talla de un humano adulto corriente, y a ojo de buen cubero de unos tres metros cincuenta de altura máxima, fue la primera que hiciera un flete automotriz entre los puntos mencionados; marchaba con fuel oil o kerosene, y como bien dicen que la necesidad es la madre del ingenio... a esta improvisada "nave", si soplaba viento fuerte, le ponían una vela para que anduviese más ligero. Este híbrido, a nuestros ojos, mezcla de caldera, carretón, y porque no velero, reducía a poco más de una semana el mes completo que empleaban las carretas en bajar a la costa; pero fueron suspendidas sus actividades en 1921, cuando los fletes dejaron de ser rentables y Einar Ramstrom Westman (hermano de Alfredo, poblador de la margen sur del Viedma) abandonó por lo antedicho su desempeño como conductor de tan curioso rodado para nuestro tiempo que, a casi ochenta años de capturada la imagen, trasluce su importancia a través de quienes orgullosos eligieron posar a su lado.

La única foto conocida (al menos por mi) del vehículo de Ramstrom, también llamado "Fulldriver". En la foto aparecen, de izquierda a derecha, P. Madsen, Mary Wheeler, Einar Ramstrom y Stephanie T. de Madsen. La foto me la compartió Patricia Halvorsen de su colección personal.

¿De qué se trataba ese extraño aparato, mezcla de carreta, locomotora y caldera? Pues por la escasa información que hay, que se reduce al relato de Halvorsen y la foto que ilustra este artículo, es difícil deducirlo. Comparando con las personas que posan en la foto, el vehículo tiene el tamaño de un camión mediano, y por la posición de la cabina se puede inferir que el conductor tenía una buena visión, en altura, pero obstaculizado por la caldera. Según el relato el motor funcionaba con cualquier derivado del petróleo, lo cual era muy conveniente en aquellos tiempos. Las enormes, y macizas, ruedas de metal, sumadas a la falta de sistemas de amortiguación (la foto no permite ver detalles, pero me juego que no tiene nada de eso), nos dan una idea del escaso confort que debía significar para el conductor. Pero por otro lado, reducir un viaje de 34 días a solo una semana era un progreso enorme, un avance que justificaba cualquier incomodidad en el viaje. Pero, a fin de cuentas, ¿qué era ese aparato? ¿de dónde había salido? Buscando en la web encontré una posible explicación de este extraño vehículo: podría tratarse de un primitivo tractor de principios del siglo XX. El primer tractor con un motor de combustión interna fue construido por el ingeniero John Froelich en 1892, por lo que sería totalmente razonable hallar algún "moderno" tractor en tierras patagónicas para finales de la década de 1910. Hay registros de que se importaron algunos tractores a vapor desde Gran Bretaña, adquiridos a J.&H. McLaren, de Leeds, para operar en estancias chilenas de Patagonia y Tierra del Fuego. No se sabe el número exacto, pero podrían haber sido cuatro tractores, de los cuales se conserva solo uno en el Museo del Recuerdo del Instituto de la Patagonia, Universidad de Magallanes, en la ciudad de Punta Arenas.

 

Antiguo tractor británico conservado en Punta Arenas. Si bien se trata de diferentes vehículos, hay un cierto parecido en la disposición y proporciones de las partes constitutivas: caldera, cabina y ruedas. Fuente: Scielo.

Buscando en la web, un poco a ciegas, encontré fotos de antiguos tractores que parecen locomotoras sacadas de una novela steampunk. Hay algunos de ellos que tienen cierto parecido con el vehículo que empleaba Ramstrom. No tengo más información que la rescatada por Halvorsen, por lo que es difícil asegurar si corresponde a un modelo especifico de tractor o si, por el contrario, se trata de un invento de manufactura regional, único en su especie. El uso de algún tipo de velamen para impulsar el vehículo cuando el viento soplaba a favor apoyaría esta última hipótesis, la del invento autóctono. En este punto se me ocurre trazar un paralelo con la línea férrea que operaba en las Islas Malvinas, la línea Camber, en la cual algunos vagones se impulsaban con velas (ver nota de 2018 en este mismo blog). En cualquiera de los casos, ¿dónde fue a parar ese vehículo de características antediluvianas? Seguramente acabó desguazado, sirviendo de repuesto o materia prima para otras máquinas, aunque también es posible que haya algo herrumbrado en algún galpón de la región.

Algunos tractores de fines del siglo XIX y principios del XX. Nótese el parecido de algunos de ellos con el vehículo de Ramstrom. Fuentes: Western Development Museum, Timetoast y Case IH.

 

Cierro esta breve nota de hoy con más preguntas que respuestas. Como en otras ocasiones, dejo el juego abierto para escuchar opiniones y ver si alguien sabe más sobre el tema. ¿Habrá más fotos? ¿habrá publicidad de época? Cualquier dato es bienvenido.

Hasta la próxima entrada.

 

Al ver la foto del Fulldriver y otros tractores de la época, no pude evitar recordar una serie de dibujos animados de mi infancia, "Los autos locos", donde aparecía un vehículo llamado "El alambique veloz", un engendro de madera impulsado por una caldera destartalada. Fuentes de las imágenes: Sulfato Atómico y Patagonian Wild.

 

Nota del 16/10/2021: hace unos días encontré la foto de un tractor marca "Tigre" que se usaba en el Valle Inferior del Río Chubut (VIRCh) en 1910. Si bien es diferente al Fulldriver de Ramstrom, tiene ese mismo aire a mezcla de locomotora a vapor y tractor moderno.

Fotografía de Henry Edward Bowman en la que aparece un tractor de vapor Tigre empleado en tareas agrícolas del VIRCh en 1910. Fuente: Facebook Fotos Antiguas del Chubut.

Nota del 04/11/2021: Gracias al aporte de Guido Vittone pude encontrar una foto de un primitivo tractor de la compañía Hart-Parr que es muy parecido al del Fulldriver de Ramstrom. Hay alguna que otra leve diferencia de tamaño y detalles accesorios, pero es muy parecido. Quizás se trate de dos modelos diferentes de la misma compañía. Además, es probable que en esa época la fabricación de estas máquinas hubiese sido artesanal en buena parte, en cuyo caso no habría dos máquinas exactamente iguales.

 

 

Tractor Hart-Parr [Fuente: The History Museum]

Nota del 09/07/2022: En una publicidad del semanario de la colonia galesa, el Y Drafod, del 23 de enero de 1914, encontré una publicidad de otro de estos enormes tractores de principios del siglo XX.

Publicidad del Y Drafod del 23 de enero de 1914. Fuente: Biblioteca Nacional de Gales.

Nota del 22/09/2023: Sigue apareciendo material sobre estos primitivos tractores a vapor que lucen más como una locomotora estrafalaria que como un tractor. En esta ocasión, se trata de una nota aparecida en la revista Argentina Austral Nº94, de abril de 1937, titulada "Cabos sueltos de historia patagónica", donde se reseñan algunos de los desarrollos viales privados en el territorio de Santa Cruz a principios del siglo XX.Allí se cuenta la historia del estanciero Santiago Franck, de la zona del lago San Martín, quien en 1909 encargó un tractor a Alemania, el cual no pudo siquiera llegar a la estancia porque se rompió en el camino a través de la meseta.

El tractor de Franck, según aparece publicado en la revista Argentina Austral de abril de 1937. Por la foto parece más bien una carreta, pero podría deberse a que para esa época ya estaba desguazado en parte.