Recorriendo la costa de Madryn, unos mil metros al norte del muelle Piedrabuena se pueden apreciar los restos del naufragio de la balandra Colomba (o Columba, hay algunas discrepancias al respecto). Según define la RAE, una balandra es una embarcación pequeña con cubierta y un solo palo.
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Según cuenta Francisco Sanabra en su libro "Naufragios y algo más", la embarcación parece ser en realidad un motovelero, aunque la tradición dice que se trata de una balandra. Estaba registrado con la matrícula 9862 y navegaba en dirección a Comodoro Rivadavia cuando una fuerte tormenta la obligó a internarse en el Golfo Nuevo, terminando varada en Punta Piaggio, en las cercanías de Puerto Pirámide. Tiempo después fue reflotada y se utilizó para el transporte de sal entre este puerto y el de Madryn. La historia es confusa luego, algunos dicen que fue vendida al Ferrocarril del Estado (hay que recordar que hasta 1961 Madryn contaba con una línea férrea) y otros que fue comprado por la Sociedad Anónima. Los datos escasean al respecto, pero de una forma u otra, la balandra Colomba terminó sus días encallada en la playa que hoy lleva su nombre, en septiembre de 1935.
La naturaleza ha hecho su trabajo durante los último ochenta y tantos años, y cada vez es menos lo que queda de la balandra. Recuerdo que en mi infancia, hace unos veintipico de años, estaba un poco más armada, por lo menos todo un lado del casco. Una parte del portaeje de la embarcación fue colocada como complemento del monumento que recuerda al vapor Villarino y al General San Martín, a metros de la intersección de las avenidas Roca y Gales.
No hay mucho más sobre este barco, aparte de lo que se cuenta en el mencionado libro de Sanabra y el propio cartel de la municipalidad. Cabe destacar que al menos la municipalidad ha tratado de preservar el sitio colocando una discreta demarcación perimetral y un cartel informativo. El Golfo Nuevo, incluyendo a Madryn, cuenta con una treintena de naufragios, la mayoría de ellos documentados, aunque los hay sin identificar.
En futuras entradas seguiré contándoles algo sobre los naufragios en el Golfo Nuevo, en especial sobre aquellos que he podido visitar personalmente. Nos vemos en la próxima visita a la Bahía Sin Fondo.
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Según cuenta Francisco Sanabra en su libro "Naufragios y algo más", la embarcación parece ser en realidad un motovelero, aunque la tradición dice que se trata de una balandra. Estaba registrado con la matrícula 9862 y navegaba en dirección a Comodoro Rivadavia cuando una fuerte tormenta la obligó a internarse en el Golfo Nuevo, terminando varada en Punta Piaggio, en las cercanías de Puerto Pirámide. Tiempo después fue reflotada y se utilizó para el transporte de sal entre este puerto y el de Madryn. La historia es confusa luego, algunos dicen que fue vendida al Ferrocarril del Estado (hay que recordar que hasta 1961 Madryn contaba con una línea férrea) y otros que fue comprado por la Sociedad Anónima. Los datos escasean al respecto, pero de una forma u otra, la balandra Colomba terminó sus días encallada en la playa que hoy lleva su nombre, en septiembre de 1935.
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| Restos de la balandra Colomba en Enero de 2011. Al fondo se ve el muelle Almirante Storni. |
La naturaleza ha hecho su trabajo durante los último ochenta y tantos años, y cada vez es menos lo que queda de la balandra. Recuerdo que en mi infancia, hace unos veintipico de años, estaba un poco más armada, por lo menos todo un lado del casco. Una parte del portaeje de la embarcación fue colocada como complemento del monumento que recuerda al vapor Villarino y al General San Martín, a metros de la intersección de las avenidas Roca y Gales.
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| Vista de la Playa Balandra Colomba en Enero de 2011. |
No hay mucho más sobre este barco, aparte de lo que se cuenta en el mencionado libro de Sanabra y el propio cartel de la municipalidad. Cabe destacar que al menos la municipalidad ha tratado de preservar el sitio colocando una discreta demarcación perimetral y un cartel informativo. El Golfo Nuevo, incluyendo a Madryn, cuenta con una treintena de naufragios, la mayoría de ellos documentados, aunque los hay sin identificar.
En futuras entradas seguiré contándoles algo sobre los naufragios en el Golfo Nuevo, en especial sobre aquellos que he podido visitar personalmente. Nos vemos en la próxima visita a la Bahía Sin Fondo.
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