Breves semblanzas del Madryn antiguo

Hace un par de semanas leí una publicación muy interesante en el grupo de Facebook Madryn Olvidado, que me hizo recordar algunos relatos leídos en libros viejos donde se habla de Puerto Madryn. Se me ocurrió hacer una breve recopilación de esos fragmentos, para tener una idea de la visión de los viajeros que pasaron por nuestra ciudad hace un siglo. No se trata de una lista intensiva, porque no he tenido tiempo de buscar en forma específica estos artículos, pero creo que como muestra son interesantes.

1) La Australia Argentina: El escritor y periodista Roberto Payró, durante su trabajo en el diario La Nación, realizó una serie de viajes por el interior del país que dejó plasmados en dos libros. En uno de ellos, llamado la Australia Argentina, relata un viaje por la Patagonia, en donde se hace escala en Puerto Madryn.
16 febrero 1898. Acompañados, pues, por las toninas primero, y por las lentas medusas más tarde, fuimos a anclar en el fondo de Golfo Nuevo, en el Puerto Madryn, cabecera del ferrocarril del Chubut y puerto principal del territorio, que presentaba a nuestra vista un aspecto
desolado, con sus altos médanos apenas cubiertos aquí y allá por una vegetación achaparrada y pobre, con su puñado de casas diseminadas en la playa, como simples avanzadas de las otras poblaciones del interior. Desembarcamos por el muelle del ferrocarril, en que había un solo vagón de pasajeros, y que se utiliza para la carga y descarga de mercaderías. La vía, que arranca de allí, va trazando una curva hasta la estación situada la izquierda, al pie de las colinas arenosas que cierran el horizonte, y en torno de la cual se ha formado un pueblito con las casillas de los empleados de la empresa.
En la misma playa, casi al alcance de las olas, se levanta la subprefectura, viejo armatoste de madera que se mueve como un barco a cada golpe de viento, Y por cuyas rendijas sopla y silba el aire, que hace redoblar el hierro de canaleta del techo.
Más lejos, a la derecha, se ve el único edificio de material, del señor Pedro Derbes, progresista vecino que se propone ahora construir un hotel, o por lo menos una casa que dé abrigo a los pasajeros que aguardan -a veces varios días- el tren que ha de conducirlos al
interior. Para ello ha tenido que hacer no pocos esfuerzos: procurarse agua dulce para el barro, improvisar el horno y vencer dificultades de todo género. Pero ya se alza su cómoda casa sobre un montículo, cerca de la ola, y alrededor de el la están las pilas del excelente ladrillo que ha de servirle para construir su hotel.
En la pared de la subprefectura y bajo el alero, como tina prohibición y una amenaza, brilla una gran chapa de bronce en la que se lee grabado el siguiente:

AVISO DE AQUÍ HASTA CHUBUT HAY 51 MILLAS SIN AGUA.
D'ICI JUSQU'À LA COLONIE CHUBUT IL Y A 51 MILLES SANS EAU.
THE DISTANCE FROM HERE TO THE CHUBUT'S COLONY IS 51 MILES WITHOUT WATER.
VON HIER BIS ZUR KOLONIE CHUBUT SIND 51 MEILEN OHNE WASSER.
DA CUI ALLA COLONIA CHUBUT VI SONO 51 MIGLIE SENZA ACQUA.
D'AQI HATE A COLONIA CHUBUT HA 51 MILHAS SEIN AGUA.

(aca sigue un largo texto sobre la falta de agua y la importancia de ésta)
...

Madryn no es el único puerto que se utilice hoy en Golfo Nuevo: tiene también el de Pirámides, con agua abundante y buena, y el de Crackes-Bay (ambos visitados por mí más tarde), donde está el gran galpón de la pesquería de Eyroa y Compañía y existe un pozo hecho por don Pedro Derbes. Ese establecimiento de pesca ha fracasado, según parece, a pesar de que abunden en el golfo excelentes clases de pescado, sin duda porque éstos no han sido preparados según las reglas del arte, encontrando por esa causa reacio primero y esquivo después, el poco fácil mercado de Buenos Aires. Cuando pasamos por Crackes-Bay -donde fondeamos toda una noche, porque el océano embravecido no estaba para bromas- la fábrica se hallaba silenciosa y muerta, sin más habitantes que los dos hombres encargados de cuidar que no se derrumbe. ¿Volverá a funcionar? ¡Quién sabe!
...

Madryn, entretanto, no prosperará en mucho tiempo, por lo estéril de su suelo, la escasez de agua y el acaparamiento que de la tierra hace la empresa del Ferrocarril Central del Chubut, ya sea en previsión de ensanches futuros de sus dependencias, ya con miras especulativas. Ese ensanche se hará, en efecto, imprescindible, por poco que se desarrolle la colonia galense, pues faltan depósitos para frutos del país y mercaderías generales; el muelle sólo puede considerarse como un simple proyecto, y lo demás está en relación. En cuanto a la valorización de la tierra en la playa, no puede dudarse de que vendrá. Hoy por hoy un vecino me informa que la Compañía Mercantil de Chubut, dueña o copropietaria de la línea férrea, no ha querido vender ni a una libra esterlina la vara cuadrada, que ya es precio respetable en aquellas regiones. Las casas establecidas en la ribera, ocupan el terreno reservado por el Gobierno nacional, como fiscal, en todas las costas. Pero la Compañía no tiene inconveniente en vender lotes de diez por quince varas a $100 cada uno, más allá de los 300 metros de ribera que se ha reservado, por uno u otro motivo.


2) La fragata Sarmiento: Hace unos años, en el grupo de Facebook Madryn Olvidado, se publicó un extracto del diario de viaje de Don Luis Moisset como tripulante de la fragata Sarmiento, que visitó Puerto Madryn en el año 1899. Lamento haber perdido el enlace al texto completo, pero a continuación reproduzco la parte en cuestión que habla del naciente pueblo:
19 de enero de 1899, 10:45 a.m.
Al fin entramos, nos encontramos en la boca de la herradura que forma el golfo. Seguimos navegando despacio; dejamos a la izquierda Bahía Cracker, donde tiene establecida una pesquería el Comandante Solier, uno de los primeros o el primero de los establecimientos en su género que poseemos. Si el gobierno se preocupase un poco de esos establecimientos sería un gran adelanto para estos parajes, donde abunda toda clase de pesca y faltan brazos y medios para recogerla.
4:00 p.m.
Tenemos a la vista la maravillosa población de Madryn: 4 casitas de madera, 2 de material, un galpón de zinc, al que dan el nombre pomposo de estación de ferrocarril, pues hay uno que recorre las 51 millas que median entre Madryn y Rawson, la capital. Además la Capitanía, que tiene una gran placa de bronce donde está indicado en varios idiomas la distancia que hay entre Madryn y Rawson y los peligros a que se expone el que se aventura por esos parajes. Casi me olvido del cementerio; se puede decir que es lo mejor que tiene Madryn: 17 tumbas en la tierra, cubiertas con caracoles y piedras raras de esos parajes.
Algunas con un mármol y una reja de hierro; en fin, el verdadero cementerio, severo y sencillo. Como una curiosidad, y que al mismo tiempo invita a la meditación, hay una lápida que dice:
"Como te ves, me ví.
Como me ves, te verás!"
5:45 p.m.
Fondeamos en 12 brazas de profundidad, a 6 millas de la S.P. A causa de la distancia y el fuerte viento reinante, no hará la visita acostumbrada el S.P. hasta mañana.
20 de enero de 1899, 4:30 a.m.
Fue un bote a tierra y nos trajo carne fresca. Ya estamos habituados a la comida salada, que bien condimentada es bastante buena.
5:00 a.m.
Desembarcaron 35 guardiamarinas, con objeto de levantar planos y hacer estudios topográficos, bajo la dirección de los tenientes de fragata Irizar y Beascoechea. Han aprovechado el día pues a su regreso traen gran cantidad de planos y toda clase de piedras y caracoles. Tenemos pescado fresco a discreción: merluzas; unos pescados de los cuales no sé el nombre pero que hemos dado en llamar "elefantes" a causa de una trompa que prolonga su hocico; cazones, de la familia del tiburón, etc. Entra el Villarino a las 5 p.m. y fondea cerca de nosotros; conduce al gobernador del Chubut, Coronel O'Donell. 10 pilotines en viaje de instrucción. Mañana sale para la Isla de los Estados.
21 de enero de 1899, 5:00 a.m.
Voy a tierra a recibir carne. Aprovecho la ocasión y recojo algunas piedras, aunque no tienen gran cosa de raro, para mis amigos que me las encargaron. La población no ha cambiado absolutamente; la descripción anterior que hice de ella data de un año; la hice recordando lo que ví cuando regresé de la Isla de los Estados; no aumento ni quito, todo está igual. No se ve ni un alma. Siempre persiste en la estación un letrero que hay en la Oficina, que dice: No se permite la entrada sin el asiento!
Don Francisco Derby, dueño del único almacén que hay en la localidad, fue en un tiempo Subprefecto de Madryn. Actualmente es proveedor de los buques nacionales que tocan aquí. Nos invitó con un churrasco como hacía tiempo no los comía, rociado con sendos tragos de mate amargo.


Una descripción un poco más parca de ese mismo lapso de tiempo se refleja en el libro de viajes de la fragata Sarmiento, de Prudencio Plaza (1901):
A la 1 p. m. entramos con dirección á Madryn. Navegábamos lentamente para facilitar á los guardias marinas el levantamiento de croquis de la costa de la península. Una vez dentro del golfo, se apresuró la marcha, dejamos á Craker á babor, donde se ve un solitario galpón.
Llegamos á Puerto Madryn á las 6.45 p. m., y fondeamos en las 12 brazas. Soplaba un viento del sudoeste arrachado de una violencia extraordinaria, que pone en serios apuros á las embarcaciones menores cuando navegan á la vela: es un viento local, pues unas pocas millas más adelante no se nota. A la noche calmó el viento y recibimos la visita del señor subprefecto, capitán de fragata La Cruz.


3) El Monitor de la educación común: Se trataba de una revista pensada para difundir las resoluciones de las autoridades nacionales destinadas a la organización del sistema educativo y contribuir a la formación del personal docente. Entre otras cosas incluía noticias, notas de opinión, reseñas bibliográficas, traducciones de libros y artículos de revistas extranjeras, notas literarias e históricas, panoramas de lo que acontecía en la educación en otros países y reflexiones sobre la educación en la Argentina. En sus páginas se hallan numerosas referencias a la Patagonia y a Madryn en particular. Transcribo a continuación una parte del informe del inspector de territorios nacionales sobre su viaje al Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, del 8 de Junio de 1900.
Puerto Madryn: Un corto muelle, al que no atracan los vapores porque no hay suficiente profundidad; cinco casas entre pequeñas colinas que escalonándose van á formar una gran meseta y la línea de resaca que trazan en la playa las más altas mareas; dos pailebots fondeados: tal es Puerto Madryn. Sus alrededores son áridos y tristes: ni un arroyo, ni un manantial, ni un oasis de verdor. El único atractivo de ese puerto se lo da el golfo.
Madryn está comunicado con Buenos Aires por una línea telegráfica y por dos vapores mensuales; con Trelew, por el telégrafo nacional, un ferrocarril y un teléfono particular.
Tiene 58 habitantes y 17 niños de 6 á 14 años que crecen en la ignorancia, porque la escuela más próxima dista setenta kilómetros.


4) Revista Caras y Caretas: El semanario que se editó durante la primera mitad del siglo XX trató en más de una ocasión temas sobre la Patagonia, y en particular dedicó varios artículos a la colonia galesa y a Puerto Madryn. Hace un año estuve analizando uno de esos artículos en este mismo blog, denominado "El progresista Puerto Madryn" (1910) por lo que ahora me limitaré a reproducir el texto en cuestión.
Ahora que está de moda el Sud, unos datos sobre Madryn, actualmente el mejor puerto patagónico.
Grandes penurias pasaron sus primeros pobladores, pero felizmente ya han resuelto el problema. El agua dulce y el pan, indispensables á todo hombre civilizado, escaseaban de tal modo, que muchas veces tuvieron que pasarse sin la primera, no siendo poca fortuna cuando podían sustituir con dura galleta el segundo. No había más agua dulce que la que conducía en un tanque, desde Trelew, —70 kilómetros de distancia, — el ferrocarril local. En cuanto á la galleta, la llevaban los buques del estado, que pasaban por allí cada tres meses, cuando pasaban. Respecto de tales dificultades, puede dar idea lo que acontece aún en Comodoro Rivadavia, donde todavía no se ha conseguido resolver el problema del agua dulce, habiéndola pagado estos días los vecinos á veinte centavos el litro.
Cuenta ahora Puerto Madryn con un pozo de agua dulce situado en el centro del pueblo. Para la limpieza se utiliza el agua salada, la cual se distribuye al vecindario por medio de cañerías. En cuanto al pan, no faltan actualmente las panaderías.
El ministro de agricultura opina que los individuos pertenecientes á pueblos habituados al confort no se adaptarían á la vida del Sud. Si el ministro tiene razón en algún caso, será siempre que no se refiera á los alemanes y á los ingleses. En Puerto Madryn hay muchos pobladores de estas dos nacionalidades, y en las calles es común oír hablar sus idiomas respectivos.


5) La Patagonia central. Descripción física y política de la gobernación del Chubut: El profesor normal e inspector nacional de escuelas, Marcelino B. Martínez, escribió un libro sobre el Territorio de Chubut en el año 1913. En sus páginas dedica un breve capítulo a Puerto Madryn, que reproduzco a continuación.
Madryn es el nombre de un antiguo castillo del país de Gales de los ascendientes del señor Jones Parry, uno de los primeros que vinieron á conocer y estudiar estos Territorios, para después encaminar la colonia galense que se proponía establecer en el Chubut. El 28 de Julio de 1865 desembarcaron los primeros inmigrantes galenses en la costa donde es hoy Puerto Madryn, siguiendo luego viaje al valle del Chubut. El lugar aquel de desembarque quedó siempre desierto, pues allí no había agua permanente. Pero en recuerdo de uno de sus benefactores, dieron el nombre de Madryn al punto donde desembarcaron.
Desde que se estableció sub-prefectura y se iniciaron los trabajos del ferrocarril del Chubut en 1887-1888, Puerto Madryn empezó á radicar pobladores.
La concesión del Gobierno á la Compañía del ferrocarril, adjudicándole una legua de campo á cada lado de la vía desde dicho puerto hasta el Valle del Chubut, dió propiedad a la Empresa de los terrenos donde está ubicado el pueblo de Madryn, lo mismo que los de Trelew. Pero permaneció poco poblado hasta 1906 en que aprobado el plano del pueblo, la Empresa empezó á vender solares, habiendo progresado con rapidez; porque indudablemente Madryn tiene un magnífico porvenir por las condiciones de su gran puerto.
Cuenta hoy con 1000 habitantes más ó menos; se han establecido fuertes casas de comercio; su edificación que al principio era de zinc, hoy se construye de ladrillo y cemento portland; sus calles son bien anchas y rectas, ofreciendo buen aspecto. La compañía del ferrocarril ha construido un cómodo muelle y depósitos, y una buena estación será dada pronto al servicio público. Tiene buenas casa de comercio, hoteles, juzgado de paz y comisaría, y una escuela nacional. El ferrocarril lo pone en comunicación con el Valle del Chubut en los pueblos de Trelew y Gaiman, en una extensión de 85 kilómetros; correo, telegráfo, teléfono y caminos carreteros lo unen igualmente a los vecindarios de la costa y del interior.
El terreno donde se asienta este pueblo sobre la ribera del mar y sus alrededores, ofrece los grandes y severos caracteres de la altiplanicie y mesetas patagónicas. Al sur y al oeste altas y ondulantes colinas se levantan a 200 y 300 metros, protegiendo la población contra los fuertes vientos. Allí sobre esas mesetas preséntase la imagen casi perfecta de la Patagonia, semiárida y vestida de su típica vegetación que tan deplorable efecto suele causar a los viajeros que por primera vez desembarcan en Madryn. Sin embargo, esta localidad con su clima morigerado, muy sano y agradable, en los meses de verano, ofrece un magnífico punto balneario, de reposo y tranquilidad para los espíritus fatigados en las luchas diarias.



6) Tierras australes, la Patagonia, Tierra del Fuego: el autor de este libro, Jerónimo Gómez Izquierdo, resumió en este libro de 1942 su experiencia de viaje a través de la Patagonia. En ese viaje se detuvo brevemente en Puerto Madryn, antes de retomar el camino de vuelta a Buenos Aires, y dejó el siguiente testimonio.
Cuando en 1865, el 28 de Julio, llegó a la costa patagónica una expedición formada por pobladores galeses, al mando del capitán Parry Madryn, nace junto al puerto natural más hermoso de la costa del Atlántico Sud, la colonia que después se designó con el nombre del jefe de aquel grupo de trabajadores aventureros, hoy pintoresco pueblo con hermoso puerto y muelle, donde pueden atracar vapores y es escala obligada para las lineas que hacen la travesía de la costa sur, y donde se ven alineados los vagones ferroviarios cargados de ricos productos.
Muy cerca de Trelew, concentra la producción lanera de gran extensión correspondiente a la zona que atraviesa el ferrocarril, en el Valle; de allá llegan los productos del rico Valle del Chubut, del que es puerto natural, legumbres, frutas, hasta cereales y alfalfa que son transportados a la Capital Federal y a todo lo largo de la costa sur.
El Golfo Nuevo, donde se encuentra, es uno de los mejores del continente, al abrigo de los vientos, fondo limpio y tranquilas aguas, con un hermoso balneario que concentra a la población de las vecinas y populosas Trelew y Rawson, asi como también Gaiman y Dolavon.
A sólo tres días de distancia de la Capital Federal, a 24 horas de Bahía Blanca, tiene ante sí un brillante porvenir, como punto terminal del ferrocarril que recorre aquella comarca de granjas, quintas y cabañas, concentradas en relativamente pequeña extensión, ya que es también la más densamente poblada del sur pues su población en poco más de 1.000 kilómetros, alcanza a más de diez mil habitantes.
Es el único puerto patagónico al que pueden fácilmente atracar en el muelle los vapores; se puede afirmar, sin exageración, que en el Golfo Nuevo pueden anclar todas las escuadras del mundo; salida natural de la parte del bajo Chubut, con cerca de veinte mil hectáreas de riego.
La industria pesquera constituyó hace algunos años una fuente de recursos y hubo establecida una fábrica de conservas de pescado, la que a pesar del entusiasmo de los propulsores, tuvo que cesar en sus actividades, pero siempre es un lugar admirable para la explotación de las industrias pesqueras, por la cantidad y calidad de las especies apreciadas, sobre todo del pejerrey que se produce en cantidad enorme, de muy fina calidad; los mariscos, calamares, pulpo y otras; lástima que grandes iniciativas encuentren el escollo permanente y la barrera infranqueable de la indiferencia en esferas que debieran tomar como un dogma el apoyo y la propulsión de las enormes riquezas del sur.

Preguntas finales

Cada uno de los cronistas, con su estilo y situación temporal, dejó plasmada su impresión sobre el Puerto Madryn que le tocó conocer. Seguramente faltan muchas más voces para contar esta historia, aunque éstas dejan varios interrogantes: ¿Qué pasó con la placa de bronce de la subprefectura que mencionan Payró y Moisset (la de las 51 millas)? ¿Qué ocurrió con la pesquería de Bahía Cracker, que ya parecía abandonada en 1898? ¿Era de Eyroa, como asegura Payró, o de Solier, como dice Moisset? El cementerio que vio Moisset era el actual, que fue bendecido el 5 de septiembre de 1897, pero ¿qué habrá pasado con aquella tumba con tan singular epitafio? ¿A quien pertenecía? Es llamativo el contraste entre la visión de El Monitor, en 1900, y la de Caras y Caretas, apenas diez años más tarde ¿Tan rápido evolucionó el pueblo? ¿Quienes eran esos 58 habitantes que se mencionan en El Monitor? Todos los cronistas resaltan el ferrocarril, pero ¿cómo pudimos dejarlo desaparecer? El resto de las preguntas se las dejo a ustedes, para que evalúen por su cuenta estas pequeñas semblanzas del Madryn antiguo. Hasta la próxima.


Nota del 4/julio/2013: Una breve semblanza de Madryn, en la misma línea de las de Payró y Moisset, es la que relata el capitán de fragata Teodoro Caillet-Bois en el año 1898 [Ver Aquí].

Nota del 15/enero/2015: En la edición del 2 de enero de 1915, el semanario Golfo Nuevo anuncia la partida del señor Marcelino Martinez, que reproduzco a continuación:

Nota aparecida en el semanario Golfo Nuevo del 2 de enero de 1915.
 
"En el próxímo vapor que irá para Buenos Aires se ausentará el señor Marcelino B. Martinez para atender su cargo en un establecimientos educacional instalado en Santa Fé, acompañado de su distinguida familia.
El señor Martínez entre nosotros como funcionario y como particular, deja huellas de ser un hombre de bondad, un verdadero caballero; y la apreciable familia que le acompaña el modelo de educacionistas.
Deseariamos que la família Martinez no se olvide del Chubut, en cuyos habitantes deja gratos recuerdos, y al despedirle afectuosamente enviámosle nuestros deseos de prosperidad.
"

Comentarios

  1. buenisimo tu artículo!
    me quedo pensando qué fue de la placa y que fue de Cracker...

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    1. Estimada Magali, yo también me quedé pensando con lo de la placa, pero según lo que comentó Maxi (ver 3 comentarios más abajo) parece ser que está en el Museo Naval de la Nación, en Tigre. Trataré de confirmarlo. En cuanto a lo de Cracker, es algo que me intriga desde hace tiempo. Por lo que había averiguado, era un emprendimiento de principios del siglo XX, pero después Hugo Alvarez, del grupo Madryn Olvidado, me recordó que Payró ya la había visto en 1898... y ahí se me terminaron las respuestas.
      Saludos!

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  2. Muy buen humor tenían por aquel entonces (me refiero a la placa). Y comparto lo de las diferentes decripciones que se hicieron. Saludos Patricio.
    César M. Colos.

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    1. Hola César, gracias por el comentario. Coincido con vos con que esa placa tenía una pizca de humor... algo negro, pero humor al fin. Saludos!

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  3. Patricio: Tu dedicación y aporte de material sobre nuestra historia, es muy, muy bueno.-Antonio Nizetich

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    1. Muchas gracias Antonio por tus palabras. Es mi granito de arena a la historia y cultura de nuestra Patagonia, y de Madryn en especial. Me alegra que haya personas que les gusta.
      Saludos!

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  4. La placa de bronce esta en el Museo Naval de la Nación que esta en Tigre. Lo visite hace dos semana y ahi me la encontré. Sinceramente no entendi que era lo que estaba viendo en ese momento. Ahora que leo las cronicas todo tiene sentido.

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    1. Estimado Maxi, tu comentario me ha sorprendido. Ni se me hubiese ocurrido pensar de que la habían preservado, y mucho menos que estuviese en el Tigre. Voy a estudiar un poco más este tema. Se agradece cualquier información adicional.
      Saludos!

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  5. Hola, muy buena la nota, quería consultar si hay posibilidades de encontrar el Libro que citas de Marcelino Martínez? Gracias.

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    1. Hola Marcelo, gracias por tu comentario. El libro de Marcelino Martínez es difícil de conseguir, yo lo pude consultar en la biblioteca de Playa Serena, en Mar del Plata. Podes ubicarlo a través del catálogo online:
      https://catalogodelibros.mardelplata.gov.ar/
      Saludos cordiales

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    2. Gracias Patricio, por suerte un amigo me lo facilitó. Tendrás el Diario de Navegación de la Fragata Sarmiento cuando desembarca su tripulación en Cabo Raso?

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    3. Hola Marcelo, me alegro que hayas conseguido el libro de Marcelino Martinez. En cuanto al diario de navegación de la fragat Sarmiento, no recuerdo sonde estaba, creo que en Archive.org hay algunos fragmentos, pero ahora no puedo hallarlos. Saludos y suerte con la búsqueda

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