Velikovsky vs Sagan: Mundos en colisión

El título de la entrada de hoy hace honor a los contendientes, por llamarlos de alguna forma. En mi adolescencia leí, con avidez, textos sensacionalistas como los de Von Daniken, Zerpa, y otros. Entre ellos encontré muchas referencias al trabajo del Dr. Velikovsky, quien sacudió a la comunidad científica de mediados del siglo XX con una serie de heréticas teorías que alteraban lo que se daba por sabido en historia y astronomía. Años después, leí la refutación de sus argumentos de parte de otros autores, y en particular, de Carl Sagan. Hace unos días me topé, de casualidad, con el texto de Sagan, y eso me trajo a colación estos recuerdos. Por eso, la entrada de hoy esta dedicada a Mundos en Colisión, el libro con el que Velikovsky saltó a la fama, y a su posterior refutación.

Emmanuel Velikovsky (izquierda) y Carl Sagan (derecha), confrontados por una teoría sobre Venus, la Tierra, y una serie de episodios catastróficos. Fuente: Everything is Electric.

Mundos en colisión, o la increíble historia de como Venus pasó de ser un cometa a un planeta

El Dr. Emmanuel Velikovsky tenía una visión particular de la historia y la astronomía. Él creía que a través de la reinterpretación de textos  antiguos podía explicar episodios geológicos y astronómicos. Es bien cierto que en las antiguas leyendas y mitos se encuentran trazas de historias que tienen un sustrato histórico. Uno de los ejemplos canónicos es el de Heinrich Schliemann y el descubrimiento de Troya basado en el relato de la Iliada de Homero. Pero Velikovsky fue un poco más allá. Trató de explicar algunos pasajes bíblicos recurriendo a una hipótesis extraordinaria: un gigantesco cometa había sido expulsado de la atmósfera de Júpiter y había atravesado el sistema solar interior para terminar alojándose en una órbita entre la Tierra y Mercurio, convirtiéndose así en el planeta Venus. ¿Tonterías? No, esperen que hay más. En su viaje de la órbita de Júpiter hasta su posición actual, Venus habría "cuasi-colisionado" con la Tierra y Marte, e incluso éste último se habría corrido peligrosamente de su órbita para acercarse al planeta Tierra. Este descomunal billar planetario había producido muchos de los sucesos relatados en el libro del Éxodo del Antiguo Testamento, como por ejemplo la lluvia del Maná (producto de la estela de sustancias orgánicas dejada tras de sí por el cometa-planeta Venus), había detenido la rotación de la Tierra, haciendo que el sol permaneciese estático en el cielo, tal como se relata en el libro de Josué, capítulo 10, y otras cosas más.

La publicación del libro de Velikovsky generó mucha polémica, y esa misma polémica fue la que le dio cierta popularidad y sumó adeptos a la teoría del cometa-planeta Venus. Hubo campañas por parte de algunos científicos para evitar que el libro se publicase, medida por cierto desafortunada que solo sirvió para hacer más atractiva la teoría de Velikovsky. También se publicaron numerosas refutaciones de sus teorías, pero la mayoría de ellas no alcanzaba a llegar al ciudadano medio, lo cual, en palabras del mismo Sagan, era un gran error de la comunidad científica, que era incapaz de comunicar su punto de vista al común de la gente. Citando al mismo Sagan, "Cuando intenté organizar un segundo simposio en la misma Asociación Americana para el Progreso Científico destinado a discutir las ideas de Velikovsky, fui duramente criticado por prominentes figuras científicas que sostenían que toda atención pública al tema, aun cuando llegase a conclusiones negativas, no podía hacer más que prestar apoyo a la causa de Velikovsky".

Portada de una de las ediciones de Mundos en colisión (Worlds in collision). Según dicen por ahí, hasta el mismo Einstein leyó Mundos en colisión antes de morir, y su opinión era: “La obra no es mala, el único problema es que es loca”. Fuente imagen: Google Sites de Mundos en Colisión.


Refutando los argumentos de Velikovsky

No es el objeto de esta entrada enumerar todas las refutaciones a las teorías de Mundos en Colisión, pero al menos trataré de resumir muy brevemente algunas de ellas. Recomiendo al lector interesado que se remita a los detalles que aparecen en el libro "El cerebro de Broca", de Carl Sagan, en donde se exponen y analizan los diez mayores problemas que presenta la hipótesis de Velikovsky (en este enlace de Everything is Electric hay un resumen condensado). Por lo pronto, acá van algunos como para tener una idea más cabal.


1) El planeta Venus surge de las profundidades Júpiter

La teoría de Velikovsky parte de un evento jamás observado en nuestro sistema solar y que a su vez contradice buena parte de los actuales conocimientos sobre la física de planetas y cometas. Se trata de la expulsión del seno de Júpiter, quizás a causa de un choque con otro planeta gigante, de un objeto de dimensiones planetarias (Venus). Está hipótesis implica una cantidad de energía descomunal, la necesaria para sacar a una masa de la magnitud de Venus del pozo gravitatorio de Júpiter (nada menos, el mayor planeta del sistema solar). Esa cantidad de energía, que implica muchos ceros a la derecha, implicaría que Venus alcanzaría una temperatura de varios miles de grados, en cuyo caso rocas, hielo y componentes orgánicos se habrían fundido por completo. Cabe incluso la posibilidad de que se hayan visto reducidos a una lluvia de pequeñas partículas de polvo y átomos autogravitantes, situación que no describe la naturaleza del planeta Venus. El otro problema, no menor, es que para escapar del pozo gravitatorio joviano, el planeta Venus debería haber alcanzado una velocidad de escape de alrededor de 60 km/s. A una velocidad inferior a los 60 km/s, volvería a caer sobre sobre Júpiter, mientras que si a velocidad superior a 63 km/s escaparía no sólo de Júpiter sino del propio sistema solar. Así pues, las velocidades compatibles con las hipótesis de Velikovsky se acumulan en un intervalo muy pequeño y, por tanto, altamente improbable.

Comparativa de los tamaños de los planetas del sistema solar (nota al margen: Plutón es considerado, hoy en día, un planeta enano). Fuente: AstroFácil.

Esta extraordinaria viñeta de XKCD nos ejemplifica el efecto gravitatorio de cada planeta en forma de pozos. Comparen el enorme pozo gravitatorio de Júpiter con el de los demás planetas. Fuente: XKCD.


2) El complicado billar cósmico de la Tierra, Venus y Marte

Si bien, como dice Velikovsky, no hay nada de absurdo en la idea de que un cometa pueda colisionar con nuestro planeta, la probabilidad de que este evento ocurra es muy reducida, y más aún de la forma en que él lo plantea. Para entender mejor la magnitud de dicha probabilidad, Sagan plantea unos sencillos cálculos. Para ello, toma como referencia un periodo de 30 millones de años para que las hipótesis de Velikovsky tengan el mayor sesgo cuantitativo posible a su favor. La probabilidad de que la Tierra colisione con algún cuerpo celeste dentro de un determinado año es de 1 sobre 3x107; la probabilidad de que lo haga dentro de un milenio concreto, será de 1 sobre 30.000. Sin embargo, Velikovsky no habla de una, sino de cinco o seis cuasi-colisiones entre Venus, Marte y la Tierra. Tales colisiones, de acuerdo con el relato de Velikovsky, se suponen como fenómenos estadísticamente independientes, ya que no parece existir una serie regular de roces que venga determinada por los períodos orbitales respectivos de los tres planetas (caso contrario la probabilidad sería aún más baja). Pero considerándolas como eventos independientes entre sí, la probabilidad conjunta de que se produzcan cinco de tales encuentros dentro de un mismo milenio será, en el caso más simplificado, de (3x107/103)-5 = (3x104)-5 = 4,1x10-23, es decir, una probabilidad de 1 sobre alrededor de 100.000 trillones. Para el caso de seis choques dentro de un mismo milenio, la probabilidad será (3x107/103)-6 = (3x104)-6 = 7,3x10-28, es decir, desciende hasta el orden de 1 sobre 70.000 cuatrillones.

La compleja cantidad de piruetas planetarias que involucra la teoría publicada en Mundos en Colisión parece tan probable como la que aparece en esta caricatura. Fuente: Imgrum.


3) La Tierra se detiene y vuelve a girar

Velikovsky expone en su libro la teoría de que el pasaje de Venus por la órbita terrestre detuvo en forma transitoria el movimiento de rotación del planeta Tierra, y que este fenómeno explicaría la historia bíblica del libro de Josué, en donde dice (textualmente):

"Aquella vez, cuando el Señor puso a los amorreos en manos de los israelitas, Josué se dirigió al Señor y exclamó, en presencia de Israel: “Detente, sol, en Gabaón, y tu, luna, en el valle de Aialón” Y el sol se detuvo, y la luna permaneció inmóvil, hasta que el pueblo se vengó de sus enemigos."

El primer problema que tenemos que considerar si asumimos que el sol y la luna se detuvieron en el cielo, es que la Tierra cesó su movimiento de rotación. Pero si la Tierra detuviese su rotación en forma instantánea, todos los objetos no anclados solidariamente a la superficie del planeta continuarán moviéndose como de costumbre y, en consecuencia, abandonarían la Tierra a unos 1650 kilómetros por hora. Sin embargo, si consideramos una hipótesis más favorable para Velikovsky, podríamos considerar una desaceleración gradual, del orden de 10-2 g, lo cual podría detener el planeta en menos de 24 horas, y nada saldría volando por los aires. Pero aún en este escenario más favorable hay un par de problemas difíciles de explicar, que tiene que ver con la energía. Por ejemplo, la energía necesaria para detener la rotación terrestre sería tan grande como para incrementar la temperatura del agua de los océanos (y el resto de la superficie) hasta el punto de ebullición, fenómeno que parece haber sido pasado por alto por Velikovsky.

Aún aceptando que el planeta Tierra pudo detener su rotación de forma suave, al punto de que el sol y la Luna se detuvieron en el cielo (por cierto, ¿la Luna también dejó de rotar en torno a la Tierra?), existe otro problema adicional: ¿cómo pudo la Tierra emprender de nuevo su movimiento de rotación a una velocidad de giro aproximadamente idéntica? Desde luego, no pudo hacerlo por sí sola a causa de la ley de conservación del momento angular. Según Velikovsky, esto se logró gracias a una fenómeno de atracción electromagnética generado por Venus. Pero, para que esto fuese posible, la Tierra debería haber sido sometida a un campo magnético de magnitud descomunal, que debería haber magnetizado a una gran cantidad de minerales terrestres. Sin embargo, una vez más, no existe el menor indicio en las rocas terrestres de que jamás se hayan visto sometidas a efectos magnetizadores de tan enorme intensidad. Adicionalmente, las mediciones realizadas en el planeta Venus han demostrado que el campo magnético propio es prácticamente despreciable y muy inferior a los 0,5 gauss que se detectan en la propia superficie terrestre. Estas evidencias son a todas luces insuficiente para dar sostén a las tesis de Velikovsky.

El planeta Tierra describe numerosos movimientos en el espacio, todos ellos regidos por las reglas de la física que conocemos. Hasta el momento no hay ninguna evidencia de que la Tierra hubiese podido detener su movimiento de rotación y que luego un descomunal campo electromagnético la hubiese puesto de nuevo en movimiento. Fuente: Astroafición Blog.


4) Más y más problemas
La teoría de Velikovsky suma varios otros problemas: la cuestión de la composición de las nubes de Venus y su relación con el Maná, las diferencias entre las atmósferas de Marte, Venus y la Tierra, la forma en que Venus adoptó una órbita circular en torno al sol, y un extenso etcétera. Solo la cuestión de cómo Venus puede haberse convertido, en unos pocos miles de años, de un objeto con una órbita muy excéntrica en uno con su órbita actual, que es una órbita circular casi perfecta, no concuerda en absoluto con nuestros conocimientos sobre mecánica celeste. Incluso dejando el terreno de la astronomía y la física, si nos remitimos a lo puramente mitológico, también nos encontramos con inconsistencias. Los supuestos acontecimientos se reconstruyen a partir de leyendas y cuentos populares, pero muchas de las catástrofes globales mencionadas en Mundos en Colisión no aparecen en la recopilación histórica o el folclore de muchas culturas. Estas extrañas omisiones se explican, cuando llegan a detectarse, por una «amnesia colectiva». Velikovsky apuesta por las dos formas. Cuando existen concordancias, está dispuesto a sacar de ellas las conclusiones más llamativas. Cuando no se dan concordancias, la dificultad se evita mediante la «amnesia colectiva».

Sagan y Velikovsky en el "Velikovsky's Challenge to Science", un evento llevado a cabo en la American Association for the Advancement of Science (AAAS), el 25 de febrero de 1974, en el hotel St. Francis (San Francisco). Fuente: The Cult. Se pueden leer las transcripciones de los debates en el Archivo Velikovsky.


Conclusiones
Plantear teorías que ponen patas para arriba todo lo conocido está muy bien. Las grandes revoluciones de la ciencia se han dado de esa forma, con personas que se atrevieron a desafiar todo lo dado por cierto hasta el momento y plantear nuevos paradigmas (Copernico, Galileo, como para empezar...). Lo único necesario, después de plantear la idea, es someter las hipótesis a las pruebas y contrastarlo con la evidencia. Nunca, pero nunca, debe atacarse ni a la persona ni llevarlo a terrenos personales. Lo único que debe someterse a prueba es a la idea, la hipótesis, la propuesta. Por eso hay que rescatar la figura de Velikovsky, por su planteo claramente disruptivo, y también la de Sagan, que en todo momento trató de demostrar lo equivocado de la teoría pero sin denostar a Velikovsky sino incluso confrontando con él en el terreno científico. Del otro lado, lo que es reprobable es la actitud de algunos científicos quienes, en el momento en que Mundos en Colisión estaba por salir a la venta, pidieron prohibir su edición, se negaban a debatir sobre el tema, y otras tantas maniobras que no parecen representar al método científico y a la ciencia en general.

Al repasar un poco la historia de Mundos en colisión y su autor, Emmanuel Velikovsky, me sorprendió encontrar que, aún hoy, en pleno siglo XXI, sus teorías son defendidas por numerosas personas. Pensé que estas eran cosas que todavía se podían leer en la ingenuidad de fines de los ochenta, pero que hoy en día estaban fuera de toda consideración. Pero no, hay un público muy interesado en seguir estas historias y defenderlas a capa y espada, aunque la evidencia científica sea arrolladora. Tampoco me extraña que, en la misma línea de razonamiento, en algunos sitios aún se mencionen las teorías de Hanns Hörbiger y sus cuatro lunas cayendo sobre la superficie terrestre y provocando los grandes cataclismos que marcaron la evolución y extinción de las especies sobre la superficie terrestre en los últimos 2000 millones de años. Pero bueno, creo que esto ya me excede por hoy, así que me despido, los dejo reflexionando con cataclismos planetarios, y nos vemos en la próxima entrada.

Hanns Hörbiger propuso, a principios del siglo XX, una curiosa teoría sobre una serie de cuatro lunas que se precipitaban, en intervalos de cientos de millones de años, sobre la superficie terrestre. La luna que hoy contemplamos en el cielo sería la cuarta y última de la serie. Fuente: Forum für die leser.

P.S.: Mientras verifico la ortografía y los enlaces antes de publicar la nota, no puedo evitar evocar otras de esas historias que forman parte de la cultura de la conspiración, las pseudociencias y del "hablemos sin saber". Hace dos o tres semanas, no recuerdo bien ahora, vi un video de una persona invitada a un programa universitario de periodismo, en el que se despachaba con la historia de que el hombre nunca llegó a la Luna. Bueno, la verdad es que no puedo resumir nada acá, es preferible que lo vean por su cuenta. Les recomiendo el análisis de la noticia que aparece en el blog de Fabio (Aunque no te guste, el hombre SI llegó a la Luna) y en Kosmologos (Seudociencia en TV Universidad ). Hasta siempre.

Comentarios

  1. ¿Te sorprende que halla gente aun defendiendo esta Teoria? Hace poco urgeteando en youtube encontre una serie de personas, y seguidores, que sostienen que la mas grande conspiracion del siglo XX es habernos ocultado que la tierra es plana!!! Si señor! y no solo eso, que el sol esta aca nomas, a unos pocos kilometros de la atmosfera, al igual que la luna, y que el heliocentrismo son todas mentiras, que la teoria geocentrica es la correcta. Vamos todavia... me saco el sombrero

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    1. Sobre lo de la Tierra Plana, hay hasta una organización, la Flat Earth Society (https://es.wikipedia.org/wiki/Flat_Earth_Society) que promueve el "terraplanismo". En fin, bienvenido siglo XXI :)

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