Hace unos años escribí una nota dedicada a los misterios de la Patagonia, que comenzaba diciendo que la región ha sido, y todavía es, un lugar donde mito y realidad se confunden. Ya sea por su inmensidad, la soledad, la lejanía o por los relatos de los primeros exploradores y aventureros que se internaron en ella, la región patagónica evoca sensaciones misteriosas. Las historias de campo, los rumores de pueblos y las noticias perdidas en viejos diarios conjugan un brumoso paisaje de medias verdades o silencios inoportunos. El misterio, como ya hemos visto en este mismo blog, puede presentarse como una luz en el cielo, un esquivo submarino, una tumba sin identificación o un desembarco furtivo al amparo de la noche. Y también puede presentarse como un pueblo fantasma, un enclave abandonado con historias que tienen de todo un poco. Ya hablamos, hace tiempo, de Puerto Lobos y Bahía Cracker, dos parajes solitarios donde alguna vez existió el germen de una población. Hoy los quiero invitar a viajar hasta un lugar un poco más al sur, hasta el punto medio de la franja costera chubutense, a un lugar llamado Cabo Raso.
Breve historia de Cabo Raso
Según cuenta Andrés Jozwicki en su libro "Historia de los puertos de Chubut", el nacimiento del pueblo de Cabo Raso se produce a partir de la llegada de Ricardo Fischer a la zona, quien establece el casco de su estancia a 20 km de allí. En 1899 construye un galpón de chapa en la costa del cabo para resguardar la zafra de su producción (plumas, cueros y lanas). En 1900 llega Eduardo Mitche, quien funda la estancia "La Berna", y de esa forma el pueblo empieza a tomar forma incipiente en torno a la demanda de estas nuevas estancias. En ese mismo año, el 25 de diciembre, comienza a operar la oficina de telégrafos, en una porción de terreno donada por el mismo Fischer. Estos pequeños hitos fundacionales fueron colocando, de a poco, el nombre de Cabo Raso en los mapas.
Una poco conocida foto de Cabo Raso, circa 1910. Fuente: "La educación en el Chubut 1810-1916", de Sergio Caviglia. [Aclaración 23/11/2020: según comentarios de algunos lectores, esta foto más bien podría corresponder a Camarones en 1910]. |
Fotografía de Cabo Raso (circa 1922). Fuente: Facebook Fotos antiguas del Chubut. |
La educación en Cabo Raso
La primera y rudimentaria escuela llegaría en 1909, de la mano de un poblador local. Según se declara en libro de "La educación en el Chubut 1810-1910":
El poblador y constructor José María Elgorriaga edificó una casa de piedra en 1909, que resultó el edificio de la Escuela Nacional N° 92, donada por suscripción pública al Consejo Nacional de Educación, casa de piedra, pisos y cielorrasos de madera, fue también construida la casa habitación del director y la familia.
El primer maestro fue don Perfecto Fernández, Luego don Manuel Ayllón (en 1914) que llegó de la escuela boer de Colonia Escalante, ocupó por años el puesto de director. La enseñanza primaria estuvo luego a cargo de una escuela ambulante en razón de que el número de alumnos no justificaba una escuela de carácter permanente.
El ocaso de un pueblo
Cabo Raso nunca llegó a tener una masa crítica de población como para sostenerse. Posiblemente haya llegado a contar con unos 200 habitantes en su mejor momento. Si bien tenía estafeta de correo, juzgado de paz, telégrafo, escuela y almacén de ramos generales, su existencia dependía de las estancias que lo rodeaban y de la ruta que unía la provincia siguiendo la línea de la costa. Por ello, cuando la traza de la Ruta Nacional Nº3 se corrió al oeste, para unir Trelew y Comodoro Rivadavia con una extensa y monótona recta, comenzó la cuenta regresiva para Cabo Raso. La nueva ruta evitaba el zigzagueo por los barrancos de la estepa y los cañadones hasta el mar, y de esta forma el pueblo quedó lejos de todo. Camarones, un poco más desarrollado en aquel entonces, pudo escapar al destino, a pesar del desplazamiento de la ruta, y logró prosperar y conservar su identidad de auténtico pueblo patagónico. Pero Cabo Raso no pudo, y lentamente sus pobladores comenzaron a migrar, y las pocas instituciones publicas que habían llegado comenzaron a partir, entre las cuales se hallaba la estafeta postal, que fue cerrada en los años setenta.
La última pobladora de Cabo Raso se llamó Mercedes Finat, y era la propietaria del almacén de ramos generales “La Castellana”. Según algunas fuentes, Mercedes Finat no salió del pueblo durante más de 30 años y todos los días de su vida fue la encargada de pasar, ad honórem, el parte meteorológico de la zona hacia la capital de la provincia. Mercedes Finat se negó a partir, como el resto de los pobladores de Cabo Raso, y murió allí, en soledad, en 1985. A partir de entonces el pueblo solo sería frecuentado por ocasionales viajeros y pescadores, y por los fantasmas del pasado.
Baliza de Cabo Raso, hoy en día abandonada y en desuso. |
Cabo Raso hoy
Para llegar a Cabo Raso no queda otra opción más que tomar el camino de la Ruta Provincial Nº1, ya sea desde el norte o desde el sur. Si el recorrido se hace desde el norte, desde Rawson, lo primero que vamos a encontrar es la pingüinera de Punta Tombo, donde casi medio millón de pingüinos hacen sus nidos, se reproducen y crían a sus pichones. Si en lugar de entrar en Punta Tombo seguimos rumbo al sur, nos vamos a encontrar a unos 55 km con una amplia bahía con playa de pedregullo y un cabo rocoso y bajo: el Cabo Raso. En los alrededores se extiende la estepa patagónica, y no es raro ver choiques, guanacos y maras cruzando por la ruta. En cuanto al pueblo, lo que quedan son las ruinas de las casas , a los costados de la ruta, que pasa por el medio. Hace unos años no había nadie, con excepción de algún ocasional pescador solitario. Hace unos pocos años se estableció un emprendimiento de alojamiento que acondicionó las ruinas de algunas de las casas y que intenta volver a la vida al fantasmal sitio. Entre las decenas de historias que seguramente nos pueden contar esas ruinas hay algunas que quiero rescatar muy brevemente en esta nota, tal como les contaré a continuación.
Algunas imágenes de los restos de las casas de Cabo Raso, en enero de 2017. Actualmente se han reciclado algunas de ellas para un emprendimiento turístico. |
El Cementerio de Cabo Raso
Como buen pueblo, Cabo Raso tiene su cementerio, emplazado en el mismo cabo y mirando hacia el océano. Sorprende, por lo menos a mi, su tamaño y su buen estado de preservación. Después de ver los destrozos ocasionados en el pequeño cementerio de Puerto Lobos, y de escuchar las historias sobre los daños ocasionados en el cementerio viejo de Puerto Pirámides, me sorprendió gratamente hallar éste en muy buen estado. Allí se encuentran sepultados algunos de los antiguos pobladores de Cabo Raso, aquellos que decidieron no irse, como la última pobladora, Mercedes Finat. También podemos encontrar la tumba de Finn Olsen, el propietario de una estancia en las cercanías de Cabo Raso, que fue vinculado, aparentemente sin ninguna prueba, de haber colaborado con agentes nazis en la región durante la Segunda guerra Mundial. Una historia que trae reminiscencias de las historias de misteriosos submarinos alemanes desembarcando personas y cargamento en los días finales de la Segunda Guerra Mundial. Seguramente se trate de un mito más, pero en aquella soledad, con la única compañía del viento y las olas que rompen sobre el cabo, no es difícil imaginar que algo así pudo haber pasado.
Un extraño resabio del proyecto Cóndor
Si hay algo que uno no espera encontrar en un sitio como este es un emplazamiento de prueba o lanzamiento de misiles. Pero la Patagonia siempre nos sorprende, y en el medio de esa inmensidad y soledad nos encontramos con una curiosa construcción de forma trapezoidal, que actualmente se encuentra reacondicionada como un alojamiento. Dicha estructura, que desentona claramente con el paisaje y con el resto de las casas en ruina, formaba parte de un sitio de pruebas que, supuestamente, se iba a usar para ensayar el celebre misil Cóndor II, que fue desactivado durante la década menemista por presiones del gobierno norteamericano. Nunca sabremos la magnitud de los ensayos que se iban a realizar en Cabo Raso, quizás la historia le hubiera deparado un inesperado futuro en la industria aeroespacial. En lugar de eso, quedó un curioso búnker y la anécdota de una de las tantas cosas que la Argentina dejó en el camino por desidia o por malicia.
El búnker de Cabo Raso, una inesperada construcción en la solitaria costa patagónica. |
El pesquero Chubasco
Lo que no puede faltar en un lugar de la costa patagónica como Cabo Raso es un naufragio. No se trata de uno antiguo ni, por suerte, de una historia trágica, pero se trata de un pecio y es muy accesible para los ocasionales visitantes. Se trata del pesquero Chubasco, de Mar del Plata, que zozobró por culpa de una fuerte tormenta en marzo de 2002. La tripulación fue rescatada a tiempo, y la furia del mar arrojó al Chubasco sobre el mismo Cabo Raso, partiéndolo en dos partes, las cuales quedaron sobre la restinga rocosa.
Vista de babor del pesquero Chubasco, con el puente de mando en primer plano. |
Palabras finales
Cabo Raso es un pequeño resumen de historia y naturaleza patagónica. Forma parte de un circuito costero que ha permanecido detenido en el tiempo desde la primera mitad del siglo XX. Sobre el trazado de esa fascinante ruta provincial Nº1 el tiempo se ha detenido, y salvando el desarrollo turístico que ha representado Punta Tombo, o la supervivencia de Camarones, que ha sabido entrar al siglo XXI sin renunciar a ser un auténtico pueblo patagónico, el resto de la ruta y sus paisajes parecen sacados de una película antigua. Cabo Raso resume esa sensación a la perfección, con el atractivo peculiar de ser un pueblo fantasma, con paredes silenciosas y misterios susurrados por el viento. Si bien en los últimos años hay un intento, desde lo turístico, de resucitar a Cabo Raso, a través de un emprendimiento comercial, el lugar sigue teniendo ese encanto magnético que tienen los parajes alejados. La soledad, el viento, el paisaje, la historia... y el mar, siempre el mar, moldeando la geografía del cabo. Creo que se acabaron las palabras para describir las sensaciones que me evoca ese lugar, al que debo una nueva visita en cuanto pueda escaparme para ese lado. Nos vemos en la próxima entrada.
P.S.: Esta nota la tengo en mente desde enero de 2017, cuando visité el lugar por primera vez, pero por diversos motivos la abandoné y retomé sin éxito desde entonces. La entrevista a Diego Promenzio en el programa de Sergio Sarachu a principios de este mes terminó por darme el empujón necesario para ordenar las ideas y armar este texto que he tratado de resumir aquí.
Un sobre, cuya fecha de matasellos es ilegible, dirigido a un poblador de Cabo Raso. Fuente: Ebay. |
Felicitaciones, excelente nota !!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Ferchu12. Saludos
EliminarFelicitaciones por la nota , soy Juan Pögler Bisnieto de José Pögler, uno de los primeros pobladores que fue a vivir con su Esposa Catalina Schmitt a Cabo Raso. El Sr. Eduardo Mitche lo contrató para trabajar en la Zona. La Casa de Piedra de la Familia estaba junto a la Comiseria y a la Escuela. Mi abuelo Juan Siegfried Pögler nació en Cabo Raso en 1919. Me gustaría consultarle si podemos consegir información de los primeros pobladores.
EliminarEstamos armando el Arbol Genealógico y la historia familiar, Muchas gracias.
Estimado Juan, gracias por tu comentario y aporte a la historia de Cabo Raso. No tengo información sobre familias de Cabo Raso, quizás haya que buscar en Camarones, o a lo sumo en Rawson, para rastrear actas de bautismo, defunciones, etc. Cualquier duda puede ubicarme por Facebook.
EliminarSaludos cordiales
Hola. Tambien estoy completando el arbol genealogico familiar. En la zona vivieron Francisco Morel y Teodora Amandi. Francisco Morel era hijo de inmigrantes suizos que se asentaron en Baradero, Buenos Aires, su padre y su abuelo figuran en los censos del 1859 y 1895. Su familia formó parte de las expediciones que se emprendieron hacia Cabo Raso a fines del 1800. Teodora era hija de una familia de 10 hijos. Su padre Manuel Amandi (inmigrante español) se caso con Justa Araoz que era argentina y cuyos padres eran de Tucuman. Tengo registros de 3 hijos de Francisco y Teodora: Manuel Morel, mi Tatara abuelo, que murio en rio chico, cerca de Florentino Ameghino, luego tengo el registro de Dolores y Ana Morel que se casaron en Comodoro Rivadavia.
EliminarMi mamá, de apellido Morel se crio en la zona, estudiaron en el internado de Camarones. Ella recuerda las estancias muy prosperas y muy concurridas.
No se cuando la familia dejo la zona.
Si tienen datos sobre la Familia Morel o Amandi en Chubut se los voy a agradecer.
Hola, gracias por tu aporte. Es muy interesante tu búsqueda y la información que has recopilado. Queda tu comentario abierto a otros lectores que puedan aportar más datos. Saludos y gracias por comentar.
EliminarHola, mi nombre es Aníbal Fernando Amandi, y pertenezco a la familia a la que se hace referencia, soy bisnieto de Manuel y de Justa..., queda mi correo electrónico registrado, y con gusto puedo proporcionar la información que yo tengo. Un cordial saludo.
EliminarDejo mi contacto: anferambar@gmail.com
EliminarEstimado Anibal, gracias por tu aporte, ojala puedan ponerse en contacto con vos y vayan completando eses árboles genealógicos patagónicos. Saludos
EliminarMuy buena nota !! Esperamos visitar Cabo Raso este verano
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario Garolita, ojala puedas visitar el lugar, vale la pena. Saludos
EliminarExcelente, siempre es interesante conocer mas sobre esos ignotos rincones de mi querida provincia.
ResponderEliminarGracias Ale, me alegro que te haya gustado la nota. Hay muchos lugares de Chubut que son desconocidos para los propios chubutenses y que son maravillosos. Abrazo!
EliminarImpecables historias, ¡felicitaciones!
ResponderEliminar¡Gracias por el comentario! Saludos
EliminarExcelente cuántos misterios guarda Chubut el Gobierno tendría que tenernos más en cuenta estos lugares tienen que ser patrimonios históricos y posibles parajes en buen estado para los pasantes
ResponderEliminarGracias por tu comentario Gabriel. Sin duda hay muchos parajes históricos en Chubut que deberían ser protegidos y puestos en valor, hay muchos circuitos culturales e históricos que se están perdiendo. Hay que seguir difundiendo mientras tanto. Saludos
EliminarTrabajo con el PADRE FISHER descendiente del primer poblador le he mostrado tu nota y le ha agradado mucho. A mí me han dado ganas de visitar el lugar
ResponderEliminarGracias Marks por tu comentario. Espero que puedas conocer el lugar, vale la pena. Saludos
EliminarHola MARKS mi nombre es ernesto, soy amigo de alejandro Fischer, bisnieto de Ricardo Fischer, fundador de cabo raso, y esta tratando de vincularese con la familia, te solicito entonces si podes aportarle informacion de como ubicar al padre Fischer para poder contacterse con el.
Eliminarmi direccion de mail es ragazzoliernesto@hotmail.com, si podes aportarle algun dato te lo agradeceria mucho.
Ernesto, gracias por comentar y espero que puedas ponerte en contacto con Marks para poder atar estos cabos familiares. Suerte!
EliminarHERMOSA NOTA........QUE LINDO CUANDO APARECEN ESTAS HISTORIAS.......QUE EN EL TRANSCURRIR DE LOS TIEMPOS FUERON TRISTEMENTE SILENCIADAS.......Y SIN DUDA QUE SON PARTE DE LA HISTORIA DE NUESTRA HERMOSA PATAGONIA............SEMBRANDO EN LOS LECTORES MIL INTERROGANTES SOBRE EL CÓMO DE ESA PRESUNTA BASE PARA EL PLAN CÓNDOR...................EL ESCONDITE DEL ORO DEL TERCER REICH........Y TANTAS MAS.......!!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario. El lugar, y sus historias, generan un montón de preguntas que no han sido debidamente respondidas. Eso es lo que hace atractiva a la historia, y que da ganas de conocer el lugar. Saludos
EliminarFelicitaciones por la nota! Cabo Raso se agrega a poblados que, como Cañadon Lagarto,escribieron una historia olvidada....y desconocida
ResponderEliminarGracias Manuel por tu comentario. Justamente, el ejemplo de Cañadón Lagarto, e incluso el de Puerto lobos, es un espejo de lo ocurrido en Cabo Raso. Fueron parte de la historia de pioneros en la época de los Territorios Nacionales y luego desaparecieron. Por eso es importante rescatar su historia y poner en valor lo que sea posible. Saludos
EliminarAplausos para Eliane y Eduardo por mantener vivo el Cabo
ResponderEliminarSin duda, es una iniciativa muy interesante, y ojala se pueda preservar la mayor parte de lo que queda para las generaciones futuras. Saludos
EliminarFinn olsen era mi tio, jamas habia escuchado esa version!!! Excelente persona!!
ResponderEliminarHola Carolina, gracias por tu comentario. Los rumores sobre Finn Olsen son dudosos, tengo entendido que no hay nada concreto alrededor de esa historia de colaboracionismo, pero es algo que han comentado mucho los estudiosos del tema y por eso lo mencioné en el texto, pero hay que tomarlo como solo un rumor. Gracias por tu aporte. Saludos
EliminarEstuve a fines de 2016, volviendo de Camarones a Madryn y tomé varias fotos del lugar. Del cementerio en especial, donde estaba la tumba que comentan de Finn Olsen, muy bien preservada, junto con las del resto de los pobladores del paraje.
ResponderEliminarEn el lugar se extrae Sal Marina, y cobró interés recientemente por sus olas, como punto para practicar Surf en la Patagonia.
Hola Matías, gracias por tu comentario. Efectivamente, el cementerio llama la atención por lo bien preservado que está (ojala siga así). Seguramente Cabo Raso irá resurgiendo, desde lo turístico, porque tiene muchos atractivos naturales. Saludos.
EliminarBuenas tardes, me veo obligado a comentar lo que mi tatarabuelo Stanley Toby escribió en su diario, del que aún recuerdo numerosas anécdotas.
ResponderEliminarIncluso antes de la primer estáncia, y enviado por la Occidental Queen exploró la zona e informó de las posibilidades de explotación. Eso por el año 1886.
Un barco de poco. Calado les dejaba víveres cada tantos meses, y nunca en invierno.
Los nativos le ofrecieron distintas parejas con las que engendró 17 vástagos, la. Teoría, nos cuenta, con rasgos europeos y una piel similar a los franceses de Marseilles. Y todos con ojos azul profundo.
Finalmente, abandonó el lugar en el 96 al sentirse muy viejo, en sus palabras.
Retornando a Sougton.
Gracias por tu comentario. Desconocía por completo esta historia, me gustaría comunicarme con vos al respecto. Mi contacto es donatopatg@gmail.com
EliminarSaludos cordiales
Comentario para Bahía sin fondo.
ResponderEliminarHola Donato, Soy Martín Echegaray Nieto de Martín Echegaray quién está sepultado en el cementerio junto a su esposa Josefina Caminade, él llegó a Cabo Raso en 1898, él comenzó a trabajar en campos cercanos a la zona y una vez que fue a Buenos Aires conoció a su esposa se casó allá en 1910 y luego vivió toda su vida en la casa qué más tarde cuando él falleciera se le vendió a la última pobladora de Cabo Raso, Mercedes Finat después de 1944, en esa casa nacieron sus 8 hijos, un abrazo a vos y a toda la gente de Cabo raso intentaré estar el 11 de julio de 2021 pero como no tengo vehículo no sé si conseguiré alguien que vaya para allá.
Estimado Martín, en primer lugar te agradezco por tu comentario y el aporte, y en segundo lugar te pido disculpas por la demora en responder. Es muy bueno tu aporte de primera mano, de tus antepasados, porque esas son las historias que le dan nueva vida al lugar. Cualquier cosa podemos hablar por Facebook o por mi mail donatopatg@gmail.com
Eliminar¡Saludos!
Excelente Nota. Impecable.
ResponderEliminar¡Gracias Hugo!
EliminarYa sé de que blog voy a sacar todo lo relativo a Chubut!!
ResponderEliminarGracias José, ¡espero que te guste el blog! Saludos!
ResponderEliminarOtra vez, la Patagonia cautiva, ésta vez con Cabo Raso que, fiel a su nombre continúa raso y parcialmente despoblado....
ResponderEliminarGracias por tu comentario Gunga Din. Saludos
EliminarEl Bunker era para hacer el lanzamiento del Vector Condor II Mi padre era el Comodoro Miguel Vicente Guerrero Director del Proyecto Cóndor
ResponderEliminarGracias por el comentario, en el texto comento que el bunker era para el proyecto Condor. Seguramente tu padre debe estar al tanto de los detalles que rodean a dicho bunker. Cualquier cosa podes contactarme por las redes (Facebook, Twitter, etc.). Saludos
EliminarHola, Patricio. Gracias por rescatar del olvido la historia de nuestra región.
EliminarYa no están mis mayores para corregirme, pero entiendo que el establecimiento de Mercedes Finat se llamó: Casa Finat - de Simón Finat - Cabo Raso (ramos generales)
"La Castellana" fue el ALMACÉN de ramos generales de mi bisabuelo, Manuel Graña Guimeranes, natural de Playa de Loira, Pontevedra, España. Mi mamá solía contarnos que el viento voló la parte del cartel que contenía la sílaba "CEN". Por este motivo en Cabo Raso se lo conoció como el almacén del "ALMA"
Perdón por la demora en responder este comentario, se me traspapeló por no escribir en el momento. Muy interesante la anécdota sobre el almacén de tus bisabuelos. ¿Tenés idea del emplazamiento físico en Cabo Raso? ¿en qué parte se hallaba? Saludos, y gracias por compartir estas anécdotas. Saludos
Eliminar"La Castellana" también se estableció en Rawson (Chubut) a metros de la casa del Gobernador. Manuel Graña (h) atendía la tienda. "Manolo" cerró y vendió el local.
ResponderEliminarEugenio Graña continuó con la ferretería.
Del otro lado del Puente del Poeta, José Antonio, el "pelado" Graña e Inés "Nessy" Lovera Roberts estaban al frente del almacén de ramos generales.
En tanto que, Santiago Andrés Pereyra administraba el corralón de materiales de la ferretería de Eugenio.
"La Castellana" reabrió por un breve período de tiempo en los noventa bajo la titularidad de mi madre como sedería.
Los Graña fueron "mercachifles". Vendían sus productos recorriendo las estancias de la zona. Eran muy bien recibidos. Durante sus visitas también se dedicaron a animar a los lugareños. Eugenio tocaba el bandoneón, "el pelado" recitaba, cantaba y tocaba la guitarra.
ResponderEliminarMuy interesante y completa la nota! Hemos seleccionado Cabo Raso Chubut para homenajear a nuestro padre Comodoro Miguel Vicente Guerrero Director del Proyecto Cóndor II Pueden encontrar más información sobre cómo se seleccionó Cabo Raso en el libro que escribió de Pablo de León sobre el Proyecto Cóndor II
ResponderEliminarGracias por tu comentario Victoria. Tengo pendiente conseguir y leer el libro de Pablo De León sobre el proyecto Condor II. Sin duda es una historia apasionante. Saludos
Eliminarmuy buen articulos, el unico error es la foto poruqe se corresponde a camarones, por la curvatura de la playa y el estilo de lso galpones y casas: https://www.adnsur.com.ar/sociedad/desde-el-9-de-marzo-saldra-un-colectivo-que-unira-camarones-y-comodoro_a63ff4d0bb4cb90f2df03e564
ResponderEliminarHola Hotel Gonce, gracias por tu comentario. Es cierto lo que decís sobre la foto, ya me lo habían observado en comentarios previos, por eso agregué una nota aclaratoria con fecha de noviembre de 2020. Igualmente gracias por recordarlo. Saludos
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