La fábrica de fideos de los hermanos Gallucci

Recuperando historias del arcón familiar

La entrada de hoy está dedicada a un tema de interés personal/familiar, que posiblemente no sea de los que más interesan en el blog, pero lo tengo agendado hace rato y quiero darme el gusto. La genealogía familiar, entre una veintena de cosas, es uno de mis pasatiempos favoritos. Tratar de dilucidar los orígenes de la familia, los lugares de procedencia, las ramificaciones, resulta ser un apasionante misterio para resolver. Puede que uno encuentre alguna que otra sorpresa no tan agradable en el camino, pero bueno, en todas las familias hay secretos, y supongo que es mejor encontrarlos por nuestra cuenta que enterarnos por cuenta de otro. Pero lo cierto es que también vamos a encontrar muchas cosas gratas e historias que nos sorprenderán. En mi caso particular, ya no tengo a ninguno de mis abuelos conmigo, ni a mi padre, así que hay montones de historias que nunca podré escuchar de su parte, y muchas otras que sí escuché pero que los años me las han hecho olvidar o deformar involuntariamente. Es mi intención ir recuperando algunas de ellas, dejándolas por escrito, de modo que mis hijos las puedan heredar y que a su vez puedan ser compartidas con el resto de la familia. La entrada de hoy está dedicada a una rama de mi familia materna y a un negocio, y el disparador que desencadenó esta búsqueda es, ni más ni menos, que un viejo paquete de fideos.


Un simple paquete de fideos sirvió como disparador para comenzar una búsqueda de historia familiar y, por qué no, de la historia de Ramallo.


Una historia de descendientes italianos y fideos argentinos

Desde pequeño recuerdo haber escuchado sobre la fábrica de pastas de los Hermanos Gallucci, propiedad de mi bisabuelo Regino Gallucci y dos de sus hermanos, Nicolás y Jacinto. Lo único tangible que vi de esa fábrica es un paquete (vacío) de fideos, de papel, como se usaba en aquella época, y una foto de un camión con la leyenda "Siglo XXI". Durante mucho tiempo busqué, por la web, información acerca de este negocio familiar, pero no encontré nada. Sin embargo, hace unos meses, mientras buscaba por enésima vez rastros genealógicos de la otra rama de mi familia materna, los Abella, me encontré con un archivo digitalizado del periódico "El Debate", de Ramallo (se puede acceder desde la web de la biblioteca popular Fortunato Zampa), que justamente cubre un rango de años de mucho interés para mi búsqueda. Allí fue donde encontré información sobre la fideería de los Gallucci.

El otro disparador de esta nota apareció entre las fotos de mis abuelos. Muchas de ellas están, aún, sin identificar por el paso del tiempo y la ausencia de los protagonistas de la historia. Entre el montón de fotos, de tono sepia, aparece ésta, en donde una prima (se supone) de mi abuela materna, posa al lado de uno de los camiones de la fábrica de fideos de Gallucci Hnos.


Para tener una idea de la historia del establecimiento comercial, y teniendo en cuenta que carezco de información de primera mano, trataré de reconstruir, o resumir, la historia tal como aparece en el periódico "El Debate". En particular, este medio informativo regional dedicó dos extensos artículos a la fábrica de pastas de los hermanos Gallucci, uno publicado en la edición del sábado 22 de julio de 1933 y otro el sábado 25 de marzo de 1944.
Sábado 22 de julio de 1933
Los Industriales de Ramallo
Gallucci Hermanos

Nombre popular y familiar en la vasta zona de Ramallo. Personas que han puesto, desde hace más de 50 años, a prueba su temple, su perseverancia y - ¿por qué no decirlo?- Su heroísmo, pues cuando se establecieron los hermanos Gallucci en esta apartada región, la esterilidad lo secundaba todo, cerrando perspectivas y horizontes. Pero la tenacidad de estos batalladores sin tregua, la extraordinaria fe puesta al servicio de sus anhelos y del porvenir de Ramallo, hizo que don Nicolás pugnara en sus luchas y en sus afanes, y con su fábrica, su energía y su espíritu de iniciativas logró llevar mucho entusiasmo sobre el porvenir de esta región, donde ha sabido captarse tantas simpatías y estimaciones.

Por su carácter bondadoso, su predisposición a ser útil a todo el mundo, hizo que en poco tiempo su nombre se popularizara en toda la zona, tomando participación en cuanta iniciativa de prosperidad moral y material se haya realizado aquí, pudiéndose afirmar que don Nicolás es el hombre bueno y servicial por excelencia, que no sabe medir el sacrificio y sabe armonizar y contemporizar con todo el mundo sabe amar con sinceridad la tierra de sus hijos y el suelo donde vive, contribuyendo a la prosperidad moral, cívica y material de la zona, cuyo incalculable porvenir se va acentuando día a día.

La fideería "El Siglo XX", de los señores Nicolás, Jacinto y Regino Gallucci, que constituye uno de los exponentes de la industria de Ramallo, fue fundada en el año 1900. Un ejemplo eficiente de lo que puede la energía puesta al servicio de una finalidad determinada, es el grado de prosperidad y adelanto a que ha llegado esta casa gracias a los hermanos Gallucci, sus actuales propietarios, que han sabido conquistar una excelente posición, merced a su honradez y laboriosidad.

Las antiguas máquinas que había han sido renovadas por un conjunto moderno de instalaciones que permiten elaborar en menos tiempo que se empleaba antes. En este establecimiento, tanto por sus instalaciones como por la calidad de sus productos, se recoge la sensación de una gran organización que supone una amplia garantía de genuinidad para los clientes y consumidores.

Luchadores como Gallucci hacen una escuela de disciplina y de nobles esfuerzos, que lo señalan simpáticamente como exponente de laboriosidad y progreso, en cuyos éxitos justo es recordar el nombre de su abnegada esposa, hijos y sobrinos, que comparten heroicamente las fatigas y esperanzas de esta valiente jornada, vinculados al progreso general de Ramallo.

J.Ma. De Zavaleta (H.)


Parte de las instalaciones de la fábrica de fideos de Gallucci Hnos (año desconocido). ¿Quienes eran los que estaban subidos al techo? ¿Qué estaban haciendo? Preguntas que ya no tienen respuesta. Fuente: Facebook Fotos del recuerdo de Ramallo.


Sábado 25 de marzo de 1944
De César Brignolo
La firma Gallucci Hnos. es una tradición en la vida de Ramallo

La firma Gallucci Hnos. es una tradición en la vida de Ramallo, como que está entroncada a un pasado de casi medio siglo y se vincula directa e íntimamente con la historia de su desenvolvimiento. Surgió a la actividad comercial, en efecto, este prestigioso rubro industrial, allá por 1900, cuando todavía sobre el Paraná, que corre abajo murmujeante, sereno y proletario, no se habían acallado los compases melancólicos del último vals de la colonia...

Lo que más impresiona así de pronto a la observación siempre atenta del cronista es la sede de la firma, el vasto, amplio y antiguo establecimiento, situado, por extraña curiosidad, equidistantemente del pueblo y la estación a la vez. Lo expreso. Y entonces, don Nicolás Gallucci, que nos ha recibido con franca y sencilla cordialidad, nos explica:

-Es que estos terrenos pertenecieron a mi padre desde los tiempos del viejo Ramallo finisecular y por eso se levantó aquí la primitiva fábrica de fideos, que con el tiempo se convertiría en el actual establecimiento de pastas alimenticias.

Los Gallucci fueron, en su primera mocedad, gente de campo, siguiendo las huellas del progenitor, que había amado la llanura, las espigas y el sol.

-Circunstancias que siempre se presentan en el curso de una vida dilatada -nos manifiesta- nos arrebataron de la chacra para entregarnos a esta Industria, a la que hemos dedicado todo lo mejor de nuestros esfuerzos y nuestras energías para sumarnos a la obra común de engrandecimiento regional.

1900... Un solar en que se levantaba el rudimentario edificio de entonces. Algunas maquinarias primarias. Y el esfuerzo de tres hombres, hermanados por la sangre y el anhelo: Jacinto, Nicolás y Regino Gallucci, tres hombres en busca del porvenir con la ansiedad de la esperanza.

Y la esperanza no se vio defraudada y el provenir fue de ellos, porque supieron lograrlo a través de una larga parábola de lucha, honradez y fe. La empresa, desde el primer momento, fue siempre en ascenso. Se agrandó y se modernizó el local cada vez que las circunstancias lo exigieron. Se trajeron nuevas máquinas, introduciéndose sistemas, y modalidades más en consonancia con el momento que se iba viviendo. Llegó el establecimiento a contar con un personal de quince obreros, cifra que se mantiene en la actualidad. Los camiones con el rótulo de la casa extendieron cada vez más su radio de acción. La firma se superó día a día en capacidad y calidad de producción, en prestigio comercial, en responsabilidad general. Hoy está ya definitivamente consagrada en toda la región como una de las expresiones industriales de más honda tradición y de mayor solidez económica y moral.

-Hemos mantenido siempre -nos manifiesta don Nicolás Gallucci, quien, en ausencia de su hermano Regino, ha tomado sobre sí la tarea de informarnos ampliamente acerca del desenvolvimiento de la casa a través de sus 44 años-, hemos mantenido siempre una linea de conducta que se apoyaba en el trabajo, en primer término, para continuar en una absoluta lealtad comercial, que entendemos es el mejor camino para llegar a algo...

Los Gallucci han sido siempre hombres de labor. Por allí, en el trajinar de los días intensos uno de ellos se quedó en el camino para siempre, dejando, por sus acrisoladas virtudes y su noble espíritu, un recuerdo que será perecedero. Nicolás y Regino tuvieron entonces que intensificar su acción para continuar la obra. Y la obra está ya hecha.

Regino Gallucci se asomó alguna vez, a requerimiento amistoso, al escenario de la vida publica, y su actuación en carácter de concejal durante varios periodos, tiene el sello de un criterio ponderado, de una palabra sensata, de una inspiración bien orientada. Por su parte, Nicolás Gallucci ha preferido el afanoso trajinar de sus maquinarias y la vigilancia constante de su establecimiento. Pero, tanto uno como otro, han dado toda su fibra constructora, toda su capacidad de trabajo, toda su intensa preocupación para llevar adelante algo que es consustancial con la vida de Ramallo, su historia, su evolución y su progreso,

A la entrevista, que hemos realizado en las oficinas de la casa una tarde lluviosa en que el cielo encapotaba de crespones la tormentosidad del ambiente, ha asistido un joven correcto, agradable, expresivo y circunspecto a la vez.

-Es nuestro tenedor de libros -dice don Nicolás, sonriente-. Pero hay algo más importante todavía en él. Es, además, socio en nuestra casa, con los mismos derechos y las mismas atribuciones.

Y se trasluce entonces en las palabras precisas y excelentemente orientadas de este joven, Vicente Bla Gallucci, que la empresa cuenta como una reserva invalorable con a savia nueva que hay en él, y cuya polifrucación por las distintas ramificaciones de la industria inyecta a la misma un brío nuevo, lleno de vehemencia.

-Respetamos escrupulosamente y de una manera tácita en realidad -nos expresa Vicente Bla Gallucci- la autonomía de cada colega. Tratamos en todo lo posible de mantenernos dentro de un radio de acción cuya invasión nos perjudicaría mutuamente. Por lo tanto, nuestros automotores realizan un circuito preciso que comprende San Nicolás, Rojo, Erézcano, La Emilia, Pérez Millán, La Violeta, Gobernador Castro, El Paraíso, Ramallo, estación y escalas rurales. De esto no nos salimos, fiel a nuestro principio de respeto mutuo con el de nuestro mismo oficio.

Palabras que definen una modalidad de honestidad tradicional y que ahora, en boca del joven asociado y contador, dan la sensación de una reafirmación de los principios establecidos hace casi medio siglo.

Y he aquí que estamos de vuelta de un recorrido por los recuerdos y la vida de esta poderosa empresa, que surgió humilde pero firmemente esperanzada allá por 1900, cuando el Paraná percibía aún los ecos de los últimos valses de la colonia, y que los hermanos Gallucci y ahora este joven colaborador de la obra, que es su sobrino, han sabido llevar a cabo como una expresión rotundamente triunfal.

Otra foto, desde otro ángulo, donde se observan las instalaciones de la fábrica de fideos de Gallucci Hnos (año desconocido). Fuente: Facebook Fotos del recuerdo de Ramallo.

Publicidad de la fábrica de fideos de los hermanos Gallucci (año desconocido). Es interesante detenerse en el texto que dice que el establecimiento fue premiado en la exposición de Milán de 1918. Es una punta por la que debo seguir trabajando pero sobre la cual aún no he encontrado información. Fuente: Facebook Fotos del recuerdo de Ramallo.


Las dos crónicas, la de 1933 y la de 1944, cuentan, con su estilo florido y elogioso, propio de la época y de los pueblos, una historia de trabajo, sacrificio y progreso. Digamos, una historia de manual (de las buenas) sobre inmigrantes que vinieron a afincarse y progresar en esta tierra. Si bien los hermanos Gallucci habían nacido en Argentina (al menos Regino), sus padres (vendrían a ser mis tatarabuelos) venían de Italia, más precisamente de los Abruzos. La fábrica, que en 1933 se denominaba "El siglo XX" y en 1944 era simplemente "Gallucci Hnos", había empezado a funcionar junto con el siglo que le daba nombre, en 1900. De los tres hermanos, al parecer, uno, Jacinto, falleció... o se retiró de la sociedad, no lo termino de descifrar a partir del texto. Lo cierto es que para 1944 había un nuevo miembro en la sociedad, uno de los sobrinos. Otra cosa interesante, para rescatar del texto, es la mención a la vida pública de Regino Gallucci y su accionar como concejal de Ramallo durante algún periodo. Buscando en la web encontré que sí, que efectivamente don Regino Gallucci fue concejal de Ramallo durante varios años, siendo parte de los primeros concejales elegidos a través de partidos políticos en 1922 (militaba en la Unión Cívica Radical, UCR).

Recorte del diario El Debate del 21 de junio de 1930, Nº348, en donde se notifica de una reunión en el Concejo Deliberante, en la cual participa Don Regino Gallucci. Fuente: Biblioteca Popular Fortunato Zampa.


Volviendo un poco al origen de esta entrada, o sea, a los hallazgos en el periódico de Ramallo, "El Debate", también se encuentran algunas referencias a actividades solidarias, como por ejemplo, donaciones realizadas para eventos de la comunidad italiana (Sábado 30 de Diciembre de 1933 y Sábado 29 de Diciembre de 1934, entre otros).



El registro de la marca "Gallucci Hnos"

En marzo de 1938 llegaría la noticia del registro de la marca "Gallucci Hnos". Aparece en el diario El Debate, y con un poco de búsqueda, también podemos encontrarlo en el Boletín Oficial de la República Argentina (BORA) del 12 de marzo de 1938. La dirección de patentes y marcas del Ministerio de Agricultura, bajo el acta 203801, le otorga la marca para identificar productos alimenticios "de la clase 22" (ya que estamos... ¿qué es "clase 22"?... el registro internacional de marcas usa la clase 30 para los fideos, mientras que la 22 ni siquiera agrupa productos alimenticios). Es interesante comparar estas fechas con las correspondientes a los dos artículos del diario El Debate, que reproduje al principio de esta nota. En el artículo del año 1933 se habla de la fábrica de pastas "El siglo XX", mientras que en el artículo de 1944 se habla de "Gallucci Hnos". Lo que entiendo de este asunto es que en alguna fecha previa a febrero de 1938 la fábrica cambió de nombre por algún motivo (¿por la desaparición de Jacinto Gallucci?). Otra pregunta que me ronda la cabeza es si antes de 1938 la fábrica de pastas "El siglo XX" tenía una marca registrada como la que aparece en el BORA de marzo de 1938.

En el Boletín Oficial de la República Argentina (BORA), así como en el diario El Debate, de Ramallo, aparece publicada la concesión de la marca "Gallucci Hermanos" para distinguir sustancias de alimentación.


Y un día todo se terminó...

Desconozco los motivos que llevaron al cierre del establecimiento, pero la década del 1950 parece que no trató bien a la fideería de los hermanos Gallucci. El sábado 25 de abril de 1954 aparece publicado en el diario El Debate, una publicidad de un martillero dando a conocer los próximos remates a realizarse, y entre ellos se menciona a la fábrica de los Gallucci. La misma noticia vuelve a aparecer el sábado 19 de junio de 1954 (y seguramente en otras ediciones).

Sábado 24 de abril de 1954
José A. Riccó (centro de martilleros de San Nicolás)
Próximamente subastaré, entre Ramallo y Villa Ramallo, por cuenta y orden de los Sres. GALLUCCI HERMANOS, las totales existencias que resulten de la demolición que ocupara su fábrica de fideos, como así camiones, aguadas, alambre tejido y postes, balanzas y básculas y muchísimos lotes que detallaré en su oportunidad.



Medio siglo después, la fábrica de fideos cerraba, dando lugar al peor de los finales: subasta, demolición... y olvido. Fuente: Biblioteca Popular Fortunato Zampa.

Nostalgias (de lo que no conocí)... y fin de la historia

La historia de la fábrica de fideos de los hermanos Gallucci, a priori, no tiene nada de sorprendente ni extraordinario. Parece ser una más entre las miles de historias de inmigrantes y criollos que trabajaron duro por sus familias y por la tierra que los acogía. Sin embargo, dejó su huella, en el pueblo y, especialmente, en la familia. Desconozco las razones fundamentales que llevaron al cierre y posterior remate del establecimiento, pero conociendo la historia cíclica, casi enfermiza, de la economía argentina, no sería de extrañar que haya sido una víctima más en el montón. Tampoco puedo descartar una mala gestión o algún problema de naturaleza familiar. Sin embargo, su final fue ese, un cierre, un remate y una demolición. Luego quedó solo el recuerdo, un recuerdo que llega hasta mi no de primera mano sino a través de un viejo paquete de fideos de aquella época y de algunos recuerdos de mi madre y abuelos. A estos últimos ya no los tengo para indagar un poco más sobre la historia de aquel emprendimiento familiar que sobrevivió medio siglo y fue testigo del auge y caída del país, de las guerras mundiales a la distancia, de los inmigrantes llegados en masa y de la accidentada vida política de aquellos años. Gracias a estas bases de datos online, y la existencia de redes sociales en donde se encuentra material muy particular, como por ejemplo las fotos de la fábrica, este recuerdo se ha convertido en algo un poco más concreto, y he podido conocer algo más sobre la historia familiar.

Gracias por leer hasta aquí. Nos veremos en la próxima entrada, que, como de costumbre, aún no sé de que se va a tratar, pero espero que pueda sorprenderlos. Hasta siempre.

Antiguo mapa de Ramallo (derecha) y vista satelital de Google Maps (izquierda, arriba), en donde se puede ver la ubicación del terreno donde estaba emplazada la fábrica de fideos. Abajo, a la izquierda, se pueden ver los posibles emplazamientos de la edificación. El mapa de Ramallo fue obtenido del grupo de Facebook Fotos del recuerdo de Ramallo.

Comentarios

  1. Hola Patricio, Soy María Lidia Barrutia, hija de Pablo María Barrutia, nieta de Maria Elena Gallucci y bisnieta de Nicolás Gallucci.
    He leído con gran interés tu nota sobre la fideeria de los hnos Gallucci.
    Encontré esta publicación casualmente buscando alguna información sobre esta fábrica y mi árbol genealógico (que estoy tratando de armar).
    Vivo en Ramallo.
    Quizás algún día podamos conocernos y compartir algún dato más.
    Te dejo mi teléfono: 0341-154686171.
    Gracias!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola María Lidia, gracias por escribir. Me alegro que te haya gustado la nota y espero que te haya ayudado un poco. Tengo algo más de info sin procesar que me han pasado otros Gallucci, y yo también estoy armando un árbol genealógico (un poco abandonado ultimamente) familiar. Cualquier cosa nos contactamos por Facebook. Saludos

      Eliminar
    2. Te puede interesar este otro enlace también...

      http://bahiasinfondo.blogspot.com/2011/10/el-enlace-gallucci-deramo-en-caras-y.html

      Saludos

      Eliminar
  2. Hola Patricio..mi nombre es Andrea Royo..y la foto de la señora al lado de la fábrica de pasta es muy parecida a mi abuela Ana S.Gallucci....y siempre nos contaba de la fábrica de pasta...
    Tengo fotos de la fábrica y nos contaba de la medalla de oro que habian ganado de premio la fábrica de pasta....
    Me gustaría contactarme con uds..para armar mi árbol genealogico y conocer mi flia.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Ana, perdón por la demora, pero olvidé este comentario. Si queres podes ubicarme en Facebook, https://www.facebook.com/patricio.donato
      Gracias por escribir.
      Saludos

      Eliminar
  3. Hola Patricio. Excelente tu investigación sobre la familia Gallucci de Ramallo. Soy visnieto de Ines Gallucci Rossi (hermana de Regino) y no te imaginas lo contento que estoy de haber encontrado algo de la historia familiar pues de esta rama de mi familia se muy poco. En familysearch.org pude enganchar una parte de mi árbol familiar vía el vínculo con Ines (LCSM-S6G) fijate a ver si encontramos bien como estamos relacionados. Cualquier cosa me encontras en facebook como "Osvaldo Ortiz Lo Iacono". Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Osvaldo, gracias por tu comentario. Me alegro que la información te sea útil, yo soy bisnieto de Regino, así que tenemos un parentesco lejano. Tengo bastante información dispersa sobre los Gallucci, tengo que poner en orden y compartirlo, pero ando muy escaso de tiempo. Luego veo lo de Familysearch y te busco por Facebook. Saludos, y gracias por comentar.

      Eliminar
  4. Hola Donato... Yo sería bisnieta de Jacinto gallucci... Mi papá quién llevaba el mismo nombre falleció y el contaba muchas historias... Hoy mi mamá suele contar y recordar siestas cosas de la época de la fideleria... Cómo por ejemplo que trajeron el primer teléfono al pueblo y aún recuerda su número 001

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, gracias por tu comentario y aporte, no sabía eso del primer teléfono del pueblo. Saludos

      Eliminar

Publicar un comentario