Los libros que nunca terminé de leer

Hace un par de semanas que, por diversas razones, no logro concentrarme como para leer un libro. He tratado de empezar tres libros diferentes y los abandoné, no en forma definitiva, desde la primera noche. Tengo la cabeza bastante abrumada de cosas y siento que leo, pero no entiendo, y por lo tanto, no me engancho. Estimo que es una cuestión circunstancial, y que una vez superado este (largo) transitorio, voy a retomar mi lista de lectura, que siempre está creciendo. Pero esta situación me ha llevado a plantearme el caso de aquellos libros que comencé pero que jamás terminé, tema que también he visto reflejado en otros sitios de internet. Haciendo memoria no he podido recordar muchos, pero sí los más emblemáticos, aquellos que por una u otra razón, lograron torcerme el brazo y los dejé abandonados sin molestarme por saber como terminarían. Hete aquí entonces un pequeño repaso de estas obras que nunca terminé de leer.

Hay libros que son leídos por millones, mientras otros guardan polvo durante siglos [Fuente: Lifehack].


1) El otoño del patriarca

Confieso que Gabriel García Márquez es una deuda pendiente. Leí muy poco de su obra, apenas los típicos libros que nos hacían leer en la secundaria, como "Crónica de una muerte anunciada" y "Relato de un naufrago", que no me disgustaron pero tampoco lograron entusiasmarme mucho. Con los años leería "Del Amor y otros demonios", que me gustó mucho, y así llegué, por accidente, a "El otoño del patriarca". Este libro llegó como un regalo, y acabó perdido en alguna mudanza, no sé si por descuido o en forma adrede. La novela, organizada en extensos capítulos donde no hay puntos y aparte, repite una y otra vez la misma historia, como quien recuerda una anécdota una y otra vez, pero cada vez la reproduce con alguna diferencia. Bueno, creo que me venció a la mitad del tercer capítulo.

El otoño del patriarca [Fuente: Amazon].


2) La fuga de Logan (Logan's run)

Esta es una novela distópica, originalmente publicada en 1967, en donde se describe la sociedad del año 2116, que está formada exclusivamente por jóvenes de hasta 21 años. El control de la edad se efectúa mediante una especie de flor que se coloca en la mano de cada persona al nacer, y cambia de color hasta llegar al negro, que marca el momento de cumplir la edad máxima permitida. La historia trata sobre Logan, un fugitivo, que decide evadirse de esa sociedad porque no quiere morir en la fecha preestablecida. El motivo por el que empecé a leer esta novela se encuentra en una serie de TV de la década del setenta, llamada "Fuga en el siglo XXIII". Recuerdo haber visto esta serie durante mi adolescencia, en uno de esos canales dedicados a series viejas. Me gustó la historia planteada en la serie, a pesar de que ésta fue un fracaso comercial, y me dio curiosidad leer la novela original. Según un viejo axioma, siempre es mejor la novela original a la adaptación cinematográfica o televisiva, así que no tenía nada que perder. Pues no, el axioma no se cumplió. La novela es tan, pero tan mala, que la abandoné más o menos a la mitad.

Póster de la película "Fuga en el siglo XXIII" [Fuente: Wikia].


3) La narración de Arthur Gordon Pym

Sí, hasta uno de mis favoritos, Edgar Allan Poe, me obligó a dejar uno de sus libros inconclusos. Bueno, esto es una verdad a medias, porque terminé de leer el libro en cuestión unos 4 o 5 años después de haber abandonado la lectura. La historia trata sobre las aventuras de Arthur Gordon Pym, quien se embarca en un barco ballenero y experimenta una serie de situaciones que incluye motines, naufragios, canibalismo, guerras con nativos, etc., que ponen en riesgo su vida. La historia termina con un sorprendente descubrimiento en los mares antárticos, cuya visión impresionaría a uno de sus mayores admiradores, H. P. Lovecraft, al punto de escribir un cuento fuertemente inspirado en la historia de Gordon Pym. Recuerdo que encaré la lectura de esta novela, la única de E. A. Poe, con mucho entusiasmo, pero a medida que iba avanzando se me hacía cada vez más difícil seguirla. La historia está plagada de detalles técnicos y de adornos que a mi gusto son excesivos, y que me fueron aburriendo de a poco. Cuando llevaba leído casi el 90% del libro mi paciencia se agotó, y condené a Arthur Gordon Pym y toda su historia a un rincón de la biblioteca. Allí quedó durante 4 o 5 años, hasta que un día decidí hacer las paces con Poe y leer, al menos superficialmente y sin prestar mucha atención, el 10% restante. Conclusión: Sí, lo leí, pero bien podría no haberlo hecho. No figura en mi lista de favoritos de Poe.

La narración de Arthur Gordon Pym de Nantucket, tal como es el nombre original en inglés [Fuente: Amazon].


4) Las pseudociencias, vaya timo

La ciencia, en general, es uno de mis temas de interés. Si bien no me considero un escéptico a ultranza (no confío en ninguna postura extrema), suelo leer artículos y libros de divulgación dedicados a refutar a las denominadas pseudociencias. Por eso, y por las abundantes citas al respecto, me embarqué en la lectura de este libro del físico y filósofo argentino Mario Bunge. Luego de avanzar, bastante penosamente, por la primera mitad del libro, tuve que abandonarlo sin muchas esperanzas de retomarlo en el corto plazo. EL motivo es que me resulta muy arduo entender la semántica de los textos escritos por filósofos. Todo me parece igual, tengo que volver una y otra vez para atrás para entender la idea que quiere transmitir el autor, todos los capítulos están relacionados (en realidad es como una recopilación de trabajos previos), por lo que explica en un capítulo, lo vuelve a explicar en el siguiente... en pocas palabras, no pude ni disfrutarlo ni rescatar nada. Otro que quedó en el camino más o menos por la mitad.

Las pseudociencias ¡vaya timo!


5) Cuentos sobrenaturales

Mi interés por la literatura comenzó por los géneros del terror y la ciencia ficción, y con el tiempo se fue diversificando y enriqueciendo. Sin embargo, siempre vuelvo al primer amor, por eso decidí encarar la lectura de este libro del mexicano Carlos Fuentes, que venía avalado por muy buenas críticas. Leí los primeros tres cuentos (Chac Mool, Pantera en jazz, y Tlactocatzine, del jardín de Flandes) y perdí por nocaut. El lenguaje que emplea Fuentes es muy complicado, con tantos detalles y comparaciones que no solo distraen sino que confunden. Las historias son más bien simples, pero están retorcidas de forma tal que su lectura no es ágil ni agradable. No me animé a seguir avanzando en esas condiciones

Portada de Cuentos sobrenaturales [Fuente: El Blog de la revista Kortos].


Seguramente el tiempo irá sumando ejemplares a esta lista. En general trato de terminar los libros que empiezo contra viento y marea, pero a veces me rindo. Ahora, estimado y paciente lector de este blog, permitame el atrevimiento, pero me gustaría preguntarle ¿cuáles son aquellos libros que has dejado inconclusos?

Comentarios

  1. Yo tengo varios...El Aleph de Borges es uno...El Silmarillion de Tolkien es otro...tambien alguno de Sagan como Pale Blue Dot

    Buen blog, saludos!

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    1. Gracias Javier por tu comentario y por enriquecer este tema de los libros inacabados. Justo los dos que mencionas están entre mis favoritos, aunque reconozco que a Borges hay que releerlo con paciencia porque ante el primer despiste uno pierde el hilo. En cuanto a Sagan, pues tengo un par en la lista de espera, ojala no tenga que abandonarlos ;) Saludos

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