La pugna antártica, de Pablo Fontana

Hace rato que no escribo ninguna reseña, pero mi última lectura me ha dado en que pensar (como si me faltasen cosas...), así que voy a dedicarle unas líneas a este libro editado hace unos pocos años. Esta obra además se entrelaza, de pura casualidad, con la entrada previa dedicada al tema de los conflictos derivados de las emisiones filatélicas en torno a Malvinas. Se trata de "La pugna antártica", del Dr. Pablo Fontana, un libro dedicado a la historia de la Antártida, pero con el foco puesto en el período que va de 1939 a 1959, posterior a las primeras, casi míticas, expediciones polares. Este período comprende desde la antesala de la Segunda Guerra Mundial, hasta la firma del Tratado Antártico en 1959. Fueron dos décadas marcadas por una progresiva confrontación para lograr el control y las bases para un efectivo reclamo de soberanía sobre diversos territorios antárticos. Se desencadenó así una peligrosa carrera entre tropas británicas y argentinas que amenazó con transformar a la Antártida en el centro de una nueva conflagración.

La pugna antártica... ya se integró a mi biblioteca de temas patagónicos.

Sabiendo la temática, mi opinión es que se trata de un libro esencial para los que quieran entender la historia del sexto continente desde la perspectiva argentina. Se puede ver como, a partir de la entrada en escena de los alemanes en 1939, se dispara una carrera tras la ocupación del continente, que estaría encabezada por Argentina, Chile y el Reino Unido. Si bien la presencia argentina en el continente antártico se remonta a los primeros años del siglo XX, con la base de las islas Orcadas (hay que destacar la visión del entonces gobierno de Roca al tomar posesión es este emplazamiento), en la década de 1940 se produciría una seguidilla de instalaciones de bases por parte, en su mayoría, de argentinos y británicos. Esta escalada se daría a veces de manera tranquila, pero otras tantas se daría de forma agresiva e intimidatoria, con presencia de buques militares de ambos bandos, disparos, amenazas y destrucción de instalaciones deshabitadas.

Mapa de la Antártida, donde se pueden apreciar los territorios reclamados por cada país y algunas de las bases establecidas en diversos lugares. Fuente: Wikipedia.


A mi entender este libro debería ser de lectura casi obligatoria, porque nos ayudaría a entender, como sociedad, cuál es el lugar que ha ocupado Argentina en la Antártida hasta ahora, y como debería seguir de aquí en más. En lo personal fue muy esclarecedor y me sirvió para ver un pantallazo un montón de historias, grandes y pequeñas, de las que no tenía ni la más remota idea. En sus páginas podemos encontrar las historias de los primeros asentamientos argentinos y los nombres y acciones de las personas que se animaron a ir allá, al continente blanco, a lidiar con perseverancia contra las dificultades. También esta obra nos sirve para conocer los medios tecnológicos empleados, los aviones con los que aprovisionaban a las bases, los barcos, etc., etc.  

La base argentina de las islas Orcadas es el asentamiento humano permanente más antiguo en el continente blanco. Fuente: Telam.

 

Como sucede de costumbre en la cíclica historia argentina, en esta historia encontramos las típicas marchas y contramarchas que terminan perjudicando al país en su conjunto. Lo que iba a ser el primer poblado antártico, un proyecto que planeaba instalar 200 familias en la península antártica para crear un pueblo, el cual sería declarado capital de la Antártida Argentina, fue olvidado luego de la Revolución Libertadora de 1955. Eso le hizo perder una oportunidad valiosísima a la Argentina, ya que se hubiese tratado de una población antes de la firma del Tratado Antártico, y hubiese servido como un fuerte precedente para los reclamos de soberanía en el sexto continente.

Base argentina Esperanza, ubicada en el extremo de la península antártica. Es el único asentamiento en el continente donde existe una escuela para los hijos de las familias que allí residen. Fuente: Fin del Mundo.


Una última reflexión personal es que tanto Argentina como Chile, los dos países con la mayor cercanía geográfica al continente antártico, deberían acelerar el proceso de consolidación de los asentamientos en la región. El tratado antártico no va a durar eternamente, y conociendo los vaivenes de la geopolítica, hay que apelar al viejo refrán de "más vale pájaro en mano que cien volando". También creo que Argentina y Chile deberían avanzar en algo conjunto, ya que no hay que olvidar que los territorios reclamados por ambos países no solo se superponen geográficamente, sino que ambos son englobados a su vez por las pretensiones británicas.

Les dejo la inquietud para que sigan profundizando en esta apasionante historia antártica. Me despido hasta la próxima, mientras trato de retomar algunas de las ideas que tengo en la lista de espera. Hasta entonces.


Mapa bicontinental de la República Argentina, el cual incluye al sector antártico en la misma escala. Fuente: Marambio.

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