Cráteres y meteoritos en la provincia del Chubut

La casualidad quizo que esta publicación se haya concretado, justamente, un 30 de junio, que se conmemora el Día Internacional de los Asteroides (resolución A/RES/71/90 de la ONU). Este día se conmemora la caída del bólido de Tunguska (1908), y el espíritu de la conmemoración es concientizar sobre los peligros de impactos de estos cuerpos en la superficie terrestre.

Esta nota, como la mayoría de las que escribo en el blog, nace a partir de unas fotos de artículos viejos de diarios que me llevaron a buscar un poco más. Algunos de los meteoritos caídos en Chubut ya los he tratado en notas previas, como es el caso del de Kaperr-kaike o el de Telsen del año 1904. Luego fui encontrando más información sobre hallazgos e investigaciones que me pareció interesante resumir en esta nota que ahora están leyendo. Así que hoy los quiero invitar a buscar, en forma virtual y desde la comodidad de nuestras casas, estos trozos de material extraterrestre que llegaron al suelo chubutense (y patagónico).

Un meteorito cae en algún lugar del mundo. ¿Cuántos similares a éste han caído en la Patagonia? Fuente: Scientific American.


El meteorito de Kaperr-kaike

Este meteorito ocupa el primer lugar de la lista porque se trata del primer meteorito rescatado y documentado en la región patagónica. El primero en saber del meteorito fue George Musters, en su viaje a través de la Patagonia, aunque no lo vio en persona, pero relata que se trata de un objeto de veneración tehuelche. Veintisiete años más tarde vuelve a aparecer en escena, aunque esta vez en el Museo de La Plata y vinculado directamente a Francisco Pascasio Moreno. La historia dice que un tal José Chaiuy, fue quien entregó la reliquia a cambio de cien pesos. Como suele suceder a los traidores, fue despreciado por sus paisanos, que casi lo matan, y murió años después sin otro recuerdo que haber sido el entregador del meteorito. Según consta en la información del museo, el meteorito fue hallado por Francisco P. Moreno de 4 de abril de 1896, y el encargado de trasladarlo a La Plata fue el naturalista Julio G. Koslowsky. Desde el punto de vista científico, se trata de un meteorito metálico del grupo IIIAB, con un peso de 113.9 kg.

Meteorito de Kaperr-kaike [Fuente: Wikipedia]


Un meteorito desconocido caído en agosto de 1904

En libro "Patagonias de papel" (Pablo Lo Presti, Remitente Patagonia) se publica la crónica del viaje de María T. S. de Echezarreta, denominada "Un viaje al Chubut - Cartas descriptivas", en el año 1904. Esta mujer transitó la Patagonia con fines evangélicos, dejando testimonio de los sucesos acaecidos en el viaje. En una de las cartas que compone la crónica, la segunda para ser más preciso, María cuenta algo extraño que ocurrió en algún lugar del valle de Telsen durante el mes de agosto de 1904. Textualmente, dice así:

"La tarde del 13 de Agosto fue para nosotros memorable, por haber visto la caída de un bólido a las 5 ½ p.m. el que nos dejó deslumbrados con su brillante luz, describiendo un inmenso arco luminoso, sin estrépito alguno, y yendo a perderse detrás de las montañas. El humo denso que dejó la estela quedó por espacio de veinte minutos en la atmósfera, hasta que desapareció completamente."

Este suceso me resulta intrigante, ya que no se trató de una estrella fugaz común y corriente, si no que fue algo más espectacular, por llamarlo de alguna manera. Lo primero que me llama la atención es la hora. A mediados de agosto, a las 17:30, todavía hay bastante luz solar, por lo que hubiese sido imposible ver una estrella fugaz común. Eso podría descartar a la lluvia de meteoritos de las Perseidas, que se da para esas fechas. Por la descripción del fenómeno, el humo, la intensidad luminosa, y la hora en la que se produjo, es improbable que haya sido un escombro del cometa 109P/Swift-Tuttle. Me llama la atención que si bien se habla de un arco luminoso y de un humo denso que permaneció veinte minutos en suspensión, se aclara que no hubo ningún estrépito. Intuitivamente me veo tentado en creer que la caída de un objeto con esas características debería haber producido bastante ruido.

El mismo día que María T. S. de Echezarreta anotaba esta observación en su carta, a miles de kilómetros de distancia de la meseta chubutense, a unos cinco kilómetros de la localidad de Shelbourne, Ontario (Canadá), cayeron dos meteoritos de 12,6 kg y 5,6 kg, respectivamente, a las 20:00 horas. El horario, por la diferencia entre los husos horarios actuales, es coherente, ya que hay una diferencia de tres horas entre Argentina y Ontario (posiblemente en 1904 esos husos horarios no estaban tan claros, pero tampoco debería haber habido una diferencia muy grande). El avistaje de María T. S. de Echezarreta fue en la zona de Telsen, por lo que es poco probable que, por la distancia, se haya podido apreciar el mismo bólido. Sin embargo, ¿podrían tener un origen común ambos, el de Telsen y el de Ontario?


El meteorito de Esquel

En la revista Argentina Austral, número doble 370-371 (agosto-septiembre de 1962), aparece una nota de Lorenzo Orestes Giacomelli titulada "Meteoritos hallados en la Patagonia", en donde se describen algunos meteoritos hallados en este territorio. Allí se hace mención a un meteorito metálico hallado en Esquel, "hace ya varios años" (sic). Supuestamente este meteorito pesaba unos 1500 kg y estaba compuesto de hierro, níquel y cobalto. El autor de la nota dice desconocer más información al respecto. Esta información es luego citada por "The Meteoritical Bulletin", editado por la Academia de Ciencias de la URSS, en febrero de 1964. En esta publicación se declara que el meteorito fue hallado, probablemente, antes de 1951, que estaba enterrado, y que se hallaba en posesión de su descubridor. Como soporte de esta información se cita tanto al artículo de la revista Argentina Austral como a una carta personal del mismo Giacomelli en noviembre de 1963.

Recorte de la revista Argentina Austral, número doble 370-371 (agosto-septiembre de 1962).


Si vamos a la Wikipedia vamos a encontrar, además de estas referencias, otra a un trabajo muy específico realizado en la NASA, sobre la composición química del meteorito, y muy poca información acerca del origen del mismo. Al parecer, en 1951 un campesino descubrió un meteorito en un lugar desconocido cerca de Esquel, mientras que cavaba un agujero para un tanque de agua. El meteorito fue adquirido por buscadores y llevado a los Estados Unidos en 1992 por el experto en meteoritos Robert Haag. Exceptuando lo referente a Robert Haag, un personaje cuestionable que se dedicaba al comercio de piezas meteoríticas, el resto de la historia del meteorito Esquel es muy vaga: el lugar y el descubridor son desconocidos, el año no es muy claro, el peso del meteorito varía entre los 1500 kg del "The Meteoritical Bulletin" hasta los 680 kg que declara Haag y el año en que cayó, que se ubica entre 1927 y 1934 sin mucho fundamento. Lo que sí se sabe con certeza es su composición, que incluye un 50% de níquel-hierro y 50% olivino, como así también por 21.5 ppm de galio, 55.5 ppm de germanio y 0.023 ppm de iridio.

Fragmento del meteorito Esquel expuesto en el Royal Ontario Museum (Toronto, Canada). Fuente: Wikilibros.


Los cráteres de Bajada del Diablo

Entre las localidades de Telsen y Gan Gan, en el centro-norte de la meseta chubutense, se encuentra una paraje con unas pocas casas y un destacamento policial, llamado Bajada del Diablo. Allí, en una área de unos 27 km x 15 km, se encuentra un campo de dispersión de cráteres poco conocido pero de gran importancia. Es el segundo campo de dispersión de cráteres del país (el otro es campo del Cielo, en Chaco) y uno de los nueve que se conocen en todo el mundo. Está compuesto por más de 100 cráteres de entre 60 y 360 metros de diámetro, y entre 30 y 50 m de profundidad, que se formaron por el impacto de un meteorito ocurrido en algún momento hace 130.000 a 780.000 años. Como los fragmentos no se distribuyen en una elipse de dispersión, los investigadores han planteado dos hipótesis sobre su formación. La primera de ellas es que se trató de un asteroide del tipo "pila de escombros", es decir, aglomerados de rocas aglutinadas por la mutua pero débil fuerza de atracción gravitatoria. La segunda es que se haya tratado del núcleo de un cometa compuesto por hielo, el que se habría fragmentando en el espacio cercano a la Tierra.

En muchos de los cráteres hay capas de escombros alrededor de los cráteres, los cuales fueron expulsados en el momento del impacto. De acuerdo con la posición y el volumen de material eyectado, se ha estimado que los meteoritos provenían del sudoeste, a una altísima velocidad y con un ángulo de incidencia respecto de la superficie de unos 25º. 

Uno de los posibles cráteres de Bajada del Diablo. Fuente: Revista Ciencia Hoy.


Un meteorito nocturno a finales de 1990

En la madrugada del viernes 16 de noviembre de 1990 un extraño fenómeno sucedió en la zona del valle inferior del río Chubut (VIRCh). Aproximadamente a las 00:15 de ese día, un fuerte estruendo sacudió la tierra y posteriormente iluminó el cielo estrellado. Diferentes personas en Trelew, Rawson y otras localidades del VIRCh aseguraron verlo y escucharlo, incluyendo los puestos de guardia de la base "Almirante Zar" y la Prefectura Naval de la capital chubutense. Se estimó en una primera instancia que la zona de impacto podría haber sido en el Dique Florentino Ameghino, cosa que fue descartada horas después tras el sobrevuelo de una avioneta del Aeroclub de Trelew. La noticia fue tratada por los periódicos regionales, donde se publicaron algunos de los relatos de los testigos, los cuales coincidían en los fuertes destellos (parecía un "flash" dijo uno de ellos) y el ruido similar a un trueno. En los días siguientes no se halló evidencia física del impacto de ningún objeto en la zona, y rápidamente el tema quedó en el olvido. No se puede asegurar que se haya tratado de la caída de un meteorito, pero tampoco puede descartarse. Quizás, algún día, algún trabajador, peón o turista se tope con el cráter de casualidad... o quizás nunca.

Fragmento de la nota publicada en el diario El Chubut del día 17 de noviembre de 1990. Agradezco a la Biblioteca Municipal Domingo Faustino Sarmiento por el acceso al material.

Breve mención al tema del meteorito publicada por el diario Jornada el 18 de noviembre de 1990. Agradezco a la Biblioteca Municipal Domingo Faustino Sarmiento por el acceso al meterial.

Bajo Hondo, posiblemente el cráter más grande que conozcamos

La meseta de Somuncura, compartida entre Rio Negro y Chubut, guarda numerosos misterios, historias y paisajes increíbles en sus más de 27.000 km². A unos 38 kilómetros al noreste de la localidad de Gan Gan se halla una formación geológica que, de confirmarse su origen meteorico, se convertiría en uno de los cráteres de impacto más grandes del mundo. Allí, en el paraje conocido como Bajo Hondo, hay un cráter de unos 3.600 metros de diámetro. Para tener una idea del tamaño, el famoso cráter de Arizona, en Estados Unidos, sólo mide 1.500 metros de diámetro. Si se confirmase su origen meteórico, el cráter de Bajo Hondo podría convertirse en una nueva atracción para los estudiosos del tema. Los componentes encontrados en las muestras tomadas en el lugar incluyen aluminio, níquel y cobalto, lo cual es compatible con un impacto meteórico.

El cráter de Bajo Hondo, una formación geológica que no se sabe si se trata de un residuo de actividad volcánica o la huella de impacto de un meteorito. Fuente: Google Maps.

Misteriosos cráteres en la meseta del Canquel

La meseta de Canquel es otra de las regiones de Chubut donde sobra inmensidad y soledad. Situada al centro de la provincia, apenas la bordean algunos caminos secundarios y unos pocos parajes poblados. Allí se encuentran algunas curiosas formaciones geológicas que hacen pensar en cráteres de meteoritos, pero que aún necesitan de un estudio más profundo para su correcta identificación y evaluación.



Otros meteoritos patagónicos

Si bien en esta entrada me he limitado a los impactos meteóricos en Chubut, existen muchos otros a lo largo de la extensa geografía patagónica. Solo para tener una idea, podemos mencionar los siguientes, algunos de los cuales todavía tienen que ser confirmados:

- Colonia Suiza: La Sociedad Científica Argentina de Buenos Aires informó que en el año 1934 un agricultor austríaco radicado en Colonia Suiza (cerca de Bariloche) habría hallado un meteorito. Este hallazgo nunca se confirmó, ya que el descubridor nunca entregó las muestras para su estudio.

- Chos Malal: En 1945 se dio a conocer el hallazgo de un meteorito férreo de 19 kg, en el camino que une Chos Malal con Loncopué. Se lo denominó Ñorquin y fue donado al Museo de La Plata. Se ignora la fecha de caída.

- Plaza Huincul: en 1949 se halló un meteorito a pocos kilómetros de este lugar, cerca de un campamento petrolífero de la Standard Oil Co. Se trataba de un meteorito metálico de unos 37 kg, bautizado como Campamento Dadín, y también fue donado al museo de La Plata.

- Laguna Manantiales: Se trata de un meteorito metálico, mayormente compuesto de hierro y níquel que fue hallado en 1945 en ese lugar por Aniceto Naves, propietario del establecimiento ganadero "Laguna Manantiales", a unos 125 kilómetros de Jaramillo (Santa Cruz). Fue hallado a flor de tierra, pesa 92 kg y la fecha de caída a la tierra es desconocida.

- Gran altiplanicie central (Santa Cruz): Se trata de una formación de tipo circular aislada con bordes elevados, de 1000 metros de diámetro, ubicada en medio de una meseta basáltica en la provincia de Santa Cruz (48º 25’ de latitud sur y 70º 08’ de longitud oeste). Su edad se estima en menos de 12 millones de años. Existen dudas acerca de su posible origen volcánico.

- Los Mellizos: Este cráter gigante está relativamente cerca del anterior (47º 20’ de latitud sur y 70º 00’ de longitud oeste) y posee una estructura bastante erosionada. Su diámetro es de 15 km y su edad se ha estimado en menos de 140 millones de años. Sin embargo, no ha sido estudiado en detalle y aún no puede descartarse un origen volcánico.

- Meseta de Barda Negra: Es un cráter aislado de 1.500 metros de diámetro en medio de una meseta de roca basáltica en la provincia del Neuquén (39º 10’ de latitud sur y 69º 53’ de longitud oeste). Su edad se estima que es menor a 10 millones de años, pero tampoco se puede descartar un posible origen volcánico.

- Islas Malvinas: Algunos investigadores sostiene la hipótesis de que pudo haber una colisión de un asteroide en la zona de las Malvinas, hace unos 300 millones de años. A través de la medición de anomalías en el campo gravitacional terrestre, se ha encontrado una gigantesca estructura oculta bajo el agua y cubierta de sedimentos más modernos, al noroeste de la Gran Malvina (51º 00’ de latitud sur y 62º 00’ de longitud oeste). Es circular y tiene unos 250 km de diámetro, lo cual, de confirmarse su origen extraterrestre, lo convertiría en una de las cinco estructuras de impacto más grandes del mundo, con notables implicancias científicas.

Meteorito expuesto en el Museo del Lago Gutierrez (lamentablemente cerrado en la actualidad). Desconozco el lugar del hallazgo, aunque por lo que sé procede de algún lugar de la Patagonia.

Conclusiones

Hasta aquí llegamos con el resumen de cráteres y meteoritos en suelo chubutense, y un poco sobre la Patagonia. Sin duda, en tanta extensión y con tantos kilómetros cuadrados de tierra virgen sobre la que casi no ha transitado nadie, debe haber muchos otros cráteres y meteoritos que esperan ser descubiertos. Me sorprendió descubrir algunos de los que he mencionado en esta nota, y espero que en los próximos años se hagan investigaciones en esos lugares. Se trata de cuestiones muy interesantes para la ciencia nacional y global, e incuso puede servir para generar nuevos "ganchos" turísticos para la zona de la meseta. Cráteres como los de Bajada del Diablo o Bajo Hondo, correctamente explotados, podrían ser un atractivo turístico adicional para la región y para las localidades que se hallan en las inmediaciones.

Bueno, no los aburro más con tanto palabrerío. Como de costumbre, gracias por leer y por seguir este blog. Nos vemos en la próxima entrada.

Meteorito hallado por un trabajador portuario en las inmediaciones de Puerto Deseado (Santa Cruz), hace 25 años. Pesa 1,2 kg y aparentemente es hueco. Se desconoce más información al respecto. Fuente: Tiempo Sur.

Más información: Para los interesados en algunas cuestiones más técnicas, les recomiendo leer estos dos trabajos dedicados a meteoritos patagónicos.



Cosas insólitas que se encuentran en la web: estampillas ilegales (o sea, no oficiales) de la República del Congo, dedicadas a meteoritos. En la serie del año 2018 podemos encontrar una de ellas que representa ni más ni menos que al meteorito Esquel. Fuente: Golowe's Collector Stamps.


Nota del 1 de julio de 2020: Me comentan Facebook de un meteorito chubutense que no incluí en la lista. Se trata del meteorito "El Sampal", caído en la estancia del mismo nombre, al este de Nueva Lubecka, en el sur de Chubut. Se trata de un meteorito metálico, del tipo IIIAB, encontrado en 1973 y de unos 142 kg de peso.

Fragmento del meteorito El Sampal, expuesto en las vitrinas del Museo Provincial de Ciencias Naturales Dr.Arturo Umberto Illia, de la ciudad de Córdoba (Argentina). Fuente: Facebook Mónica Echegaray.


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